CD. DE MÉXICO.- Aunque Bárbara Mori presume ser mexicana de corazón, incluso se naturalizó a mediados de los 2000, lo cierto es que la actriz nació el 2 de febrero de 1978 en Uruguay, Montevideo, pero eso no es todo, tiene orígenes españoles, libaneses y japoneses.
Por esto último es que hace unas semanas, la protagonista de películas y telenovelas en México decidió viajar a Japón a fin de conocer un poco más de sus raíces y conectar con sus antepasados. La experiencia fue sumamente positiva y la compartió con sus seguidores a través de las redes sociales.
Bárbara Mori platicó que el pueblo donde nació y creció su abuelo, Saburo Mori, se encuentra al suroeste de Kōchi, en Japón, lo cual quiere decir que su primer apellido, Mori, viene de Japón y significa bosque.
“Había dentro de mí un llamado a reconectar con mi origen, a recordar de dónde vengo, honrar a Saburo, con quien crecí y sanar mi linaje”, explicó la actriz en su perfil de Instagram donde mostró varias imágenes de su viaje.
“De alguna forma mágica, ir en busca de nuestras raíces y conectar con nuestros ancestros, nos transforma, nos libera, nos aligera el peso. Mi sangre está impregnada de sus formas. Mi abuelo resurgía en cada esquina. Una parte mía importante es de allá. Su cultura, sus templos, su olor, sus flores. Nos recibieron todos con el corazón abierto, así como llegamos nosotros dispuestos a recibir”, comentó Bárbara, quien en este descubrimiento y viaje, también interior, no estuvo sola.
La acompañaron sus hermanos y su pareja, el cineasta Fernando Rovzar. “Yo sabía que iba a recuperar algo que nos pertenece, mis hermanos también. Estábamos seguros. Y un sinfín de detalles. Así como lo envuelven todo desde el amor y el cuidado hacia el otro, asimismo, con papel colorido y estampado, envolvieron mi corazón con cada hallazgo. Hospitalarios, amorosos y serviciales”, agregó.
Recordó que conocieron a muchas personas que hubiesen querido llevarse a casa por la ternura con la que los trataron, por lo bello de sus actos.
“Dos angelitos que pusieron en nuestro camino, Mayuko y Martin que de la mano nos llevaron a recorrer ese camino de regreso a casa, a mí y a mis hermanos, pues traía a cada uno en un bolsillo. Fer, compañero inseparable, caminó a mi lado cada paso y se maravilló junto conmigo por todo lo que esas tierras nos ofrecieron. Me contuvo como un guardián protector del bosque. Gracias a todos los seres de luz que me acompañaron en esta búsqueda. Gracias a la luna por ser ese faro e iluminar siempre mi camino”, concluyó la también productora.
Hace unos días, en entrevista con la prensa, Bárbara Mori contó que había estado en Japón, visitando las tumbas de sus ancestros, de todos los Mori.
“Encontré las tumbas llenas de hierba, toda la vegetación crecida, como abandonadas, y las limpiamos entre Fernando y yo, y unas personitas hermosas que me acompañaron, cortamos la vegetación, las tallamos con una esponjita, les pusimos flores”, platicó.
Se dijo orgullosa de sus antepasados. “Le agradecí a mis ancestros por todo lo que han hecho por nosotros, entonces el Mori trae una carga muy hermosa, es una cultura en Japón muy bella, significa bosque”.
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