Baño de champaña para Yankees; Judge llega a 58 jonrones

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Nueva York.-La champaña que aguardó impacientemente en hielo durante poco más de dos días en el clubhouse de Yankees, finalmente fue destapada anoche. La captura del vigésimoprimer título divisional del Este de la Americana exigió celebración.

En una noche en la que los bates neoyorquinos cobraron vida y Gerrit Cole recordó a todos por qué es el actual dueño del premio Cy Young, el equipo de la Gran Manzana ganó su segundo banderín en las últimas tres temporadas.

Cole, como un artesano en su taller, subió al montículo con la serenidad de alguien que sabe su oficio. Permitió sólo dos carreras o menos en nueve de sus últimas doce salidas. Continuó con su narrativa dominante, colgando ceros en seis entradas y dos tercios, permitiendo un par de imparables y ponchando a cinco enemigos para su octavo triunfo del año. Los Orioles, que habían frustrado el festejo neoyorquino por dos noches consecutivas, fueron sacudidos en la parte baja del segundo inning con el cuadrangular número 27 de Giancarlo Stanton, un destello de poder que iluminó la noche.

Corbin Burnes, del otro lado, mantuvo el duelo de pitcheo contra Cole con una tenacidad admirable, ponchando a nueve enemigos. Pero todo se desmoronó para Baltimore en el sexto inning, cuando los Bronx Bombers, como héroes de una epopeya antigua, emergieron con seis carreras. Con las bases llenas, Austin Wells recibió una base por bola que empujó la segunda carrera, y un doblete remolcador de Stanton limpió las bases, elevando la ventaja a cinco carreras. Con dos outs, Anthony Rizzo disparó otro extrabases que añadió dos anotaciones más a la pizarra.

El triunfo estuvo aderezado por el jonrón número 58 de Aaron Judge, quien se voló la barda por quinto juego en fila, empatando su mejor racha en las Grandes Ligas. La temporada de los Yankees, que había comenzado con una victoria en jueves, ahora en otro jueves culmina con la conquista del banderín divisional y el baño de champaña.

DODGERS REMONTA PARA CORONARSE EN EL OESTE DE LA NACIONAL

Con un ataque de cinco anotaciones en la séptima entrada, Dodgers de Los Ángeles vino de atrás para superar 7-2 a Padres de San Diego y de esta forma aseguró el título de la División Oeste de la Liga Nacional de la Major League Baseball (MLB).

Con la pizarra 2-0 en favor de San Diego en la séptima, el catcher Will Smith dio la voz de ataque del equipo angelino al conectar cuadrangular de dos anotaciones.

La ofensiva se mantuvo. Con dos corredores en los senderos, Shohei Ohtani pegó un hit y en error Kiké Hernández aprovechó para anotar la tercera carrera. Mookie Betts siguió con un sencillo para empujar dos anotaciones y poner la pizarra 5-2.

Andy Pagés cerró la cuenta en el octavo inning con jonrón de dos carreras.

Fue el título divisonal 11 para Dodgers en las últimas 12 temporadas, mientras que Padres se queda con uno de los comodines.

ARMAN RALLY CON SABOR A PLAYOFFS
Colt Keith impulsó dos carreras, Justyn-Henry Malloy remolcó la anotación de la ventaja con un elevado de sacrificio y los Tigers remontaron para vencer a los visitantes Rays. Detroit (85-74) se acercó a un puesto en la ronda de comodines de la Liga Americana con su quinta victoria consecutiva. Detroit tiene una ventaja de dos juegos y medio sobre los Twins de Minnesota.

SACAN LA ESCOBA PARA BARRER A NATS
Los Royals completaron ayer una barrida sobre los Nationals que los acerca a la postemporada como equipo comodín. El bateador emergente Adam Frazier conectó una línea al izquierdo en la parte alta de la novena entrada, lo que impulsó dos carreras, rompiendo un empate 4-4 y guiando a los Royals a su tercera victoria que los mantiene con un boleto a los playoffs.

SALVAN EL HONOR EN SU HOGAR
En su último encuentro de la temporada en su hogar, el Guaranteed Rate Field, los White Sox de Chicago evitaron entrar a los libros de historia con una derrota récord.

En un año en el que el equipo ha caído en 120 ocasiones, ayer mostraron una imagen poco conocida al derrotar por paliza a los Angels de Los Ángeles y barrer la serie. Con este resultado, los White Sox aún mantienen posibilidades de no rebasar a los Mets de 1962 como el equipo más perdedor en todos los tiempos de las Grandes Ligas. Deben ganar los tres encuentros del fin de semana contra los Tigers en Detroit. Los White Sox terminaron su calendario de local con un récord de 23-58.

Chris Flexen (3-15) ponchó a siete en seis innings en su primera victoria desde el 8 de mayo. Lenyn Sosa pegó doblete de dos carreras.

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