El lunes se vivió una jornada de terror para los empleados del Hospital El Pino en la comuna de San Bernardo (región Metropolitana de Santiago de Chile). Se llevó a cabo una nueva balacera mientras se desarrollaba el funeral de una de las tres personas que resultó fallecida el sábado, cuando nueve personas ingresaron baleadas. Con esto los empleados tuvieron que resguardarse en los pabellones y bloquear las puertas con camillas y objetos que estaban a su alcance, además de prestar ayuda a los pacientes y familiares que se encontraban en las salas de espera.

El alcalde de San Bernardo, Christopher White, reclamó que “no hallaron nada mejor algunos tipos que ponerse a disparar en la calle, mientras los niños adentro de la escuela estaban en su escuela de verano”.

“Estas escuelas de verano son para poder rescatar a estos niños que viven en 40 metros cuadrados, que no tienen áreas verdes, equipamiento, y donde el Estado no llega. De verdad que estoy indignado y molesto, porque veo que el gobierno frente a esto sigue haciéndose el leso y seguimos viendo cada día como este problema escala”, acusó la autoridad comunal.

En este contexto, el líder municipal solicitó medidas concretas desde el gobierno central e hizo “un llamado de auxilio” debido a la situación en que se encuentran.

Apoyó este lunes el pedido de los funcionarios del Hospital El Pino, que buscan contar con presencia policial fija en el recinto tras el aumento de hechos de violencia, algo que se vio reflejado este fin de semana con el masivo ingreso de personas baleadas y las amenazas que sufrieron por parte de delincuentes.

“Hemos solicitado -y respaldamos completamente a los funcionarios- que exista un retén fijo de Carabineros en el lugar (Hospital El Pino) que de garantías no solamente a los funcionarios, sino también a la gente trabajadora que va con sus familias, que tiene que esperar 5 horas para que lo atiendan y que más encima tiene que estar expuesta a estas situaciones de violencia”, indicó White.

“Nuestro héroes de la pandemia (funcionarios de salud) han tenido que enfrentarse con gente que entra con pistola, apurando el trámite y diciendo que ‘si no se salva la persona te mato’ o calificaciones de esa naturaleza, por lo que uno se pregunta qué pasa con el resguardo”.

Además, criticó una supuesta repartición desigual en la dotación de uniformados en los territorios, argumentando que la institución policial “está completamente sobrepasada en mi comuna: 324 mil habitantes y 450 carabineros. Tenemos la misma dotación que Vitacura, sin embargo, ellos tienen cinco veces menos población que nosotros”.

Patricio Torres, miembro de Asociación de Funcionarios del Hospital El Pino, indicó que “tuvimos una situación bastante riesgosa, bastante complicada”.

Además, Torres indicó que la llegada de heridos por enfrentamiento de bandas rivales al centro asistencial es cada vez más frecuente, explicando que “el nivel de agresividad con el que llegan ellos, para que sus heridos sean atendidos lo antes posible, cada vez se hace más difícil controlarlo”.

“Nuestros compañeros están súper afectados emocionalmente, porque es un tema que tú no sabes si vas a llegar bien a tu casa o si vas a llegar bien a tu lugar de trabajo en la mañana cuando vienes a cumplir con tu turno. Es una situación que se está escapando de las manos”, relató.

Ante esta petición, este martes se realizó una reunión entre los funcionarios del Hospital El Pino de San Bernardo, junto a la subsecretaria de Prevención del Delito, María José Gómez, el alcalde de la comuna, Christopher White, y personal de Carabineros y del Ministerio de Salud, donde se comprometió el aumento de la dotación de la policía uniformada en el recinto de salud.

Tras la reunión, el Gobierno aseguró que se dispondrá un carro policial en las afueras del hospital y un carabinero extra al interior del edificio. Además, se anunció que se revisarán las medidas de seguridad.

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