Valle Hermoso, Tamps.- Mientras que para fin de año los obreros esperan el anuncio de un incremento al salario mínimo, en los sectores sociales se insiste en otro golpe a la economía familiar al venirse en cascada un rosario de aumento de precios en los productos de consumo básico de la dieta alimenticia y de otros artículos.

Lo anterior lo comentan los comerciantes en el sentido de que están recibiendo la información de parte de los proveedores del interior del país, quienes les recomiendan se surtan de mercancías y aprovechen los precios actuales, porque se van a modificar antes que termine el año.

Todo se deriva del encarecimiento de los combustibles, gasolina, diésel, gas butano y de las tarifas de consumo del servicio eléctrico, transporte de carga, pasajeros foráneos y otros servicios, que vendrá a impactar muy fuerte en la endeble economía de las familias de los obreros y enfrentando el problema de la falta de empleo.

De acuerdo a lo que nos han dicho nuestros proveedores, del interior del país, los aumentos de precios son consecuencia de la inestabilidad de la economía nacional y por lo general los ajustes de precios se registran a fines de año y en enero del año nuevo.

A la vez los comerciantes mostraron un oficio del planteamiento calificado de incongruente propuesta, petición que hacen senadores de la república del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y que consiste en:

Aumentar entre 1 y 2 pesos el litro de bebidas refrescos azucarados, desafiando la promesa del gobierno federal a la iniciativa privada y sociedad civil de no más aumentos en lo que resta del sexenio, un compromiso fiscal que genera certidumbre a la población y sectores productivos, se indica.

La iniciativa del PRD es aberrante, porque atenta en contra de la economía familiar y genera carestía en detrimento del ingreso del jefe de la familia, exponen comerciantes abarroteros.

A manera de excusa y pretendiendo fundamentar su propuesta los legisladores perredistas señalan que ha disminuido la inversión en infraestructura para el abastecimiento de agua potable en zonas de escasos recursos, en parte por los recortes presupuestales y a una mala calidad del gasto público, por lo que el gobierno federal no cumplirá metas en la materia, aún cuando se incrementaron los impuestos en 2014, pero no es de justicia social que les graven sus ingresos con el aumento de precios en artículos y productos de primera necesidad.