El juego entre Atlante y Necaxa por las semifinales del Clausura de la Liga de Ascenso, revive lo que algún día se consideró como el juego más importante del futbol mexicano.
El historiador Carlos Calderón menciona que durante las década de los 30 y los 40, “la rivalidad entre estos equipos se hizo muy fuerte y al final histórica” para el balompié nacional.
Todo inició en junio de 1933, cuando “chocaron para definir al campeón del torneo. Llegaron empatados en puntos, así que quien ganaba era el mejor”.
Todos esperaban que fuera un duelo parejo, pero al final, “los Electricistas ganaron 9-0. De ese juego se habló durante mucho tiempo”.
La revancha de los azulgrana vino años después, cuando la Liga pasó de amateur a profesional y a la cual, Necaxa no quiso entrar, “por eso, Casarín pasó al Atlante, donde se hizo una figura mucho más grande de lo que era, debido a que participó en la película ‘Los hijos de don Venancio’, donde vistió los colores de los Potros”.