Además, ocho personas fueron hospitalizadas, dos de ellas en estado grave, añadió.

Kharkiv, en el noroeste de Ucrania, es una ciudad muy cercana a la frontera rusa y tenía 1.4 millones de habitantes antes de la guerra, iniciada hace más de dos años con la invasión rusa de Ucrania.

Rusia “atacó un edificio residencial con bombas aéreas”, denunció el presidente ucraniano Volodimir Zelensky en redes sociales.

Por la noche, socorristas con linternas realizaban labores de búsqueda entre los escombros de uno de los edificios alcanzados, constató un periodista de AFP en el lugar.

“Estábamos durmiendo. [El edificio] simplemente explotó. Es terrible, está en ruinas”, declaró a AFP Oleksandra Ivanivna.

La explosión reventó las ventanas del edificio y dejó grandes agujeros en algunas paredes. Fuera, algunos coches quedaron aplastados por la caída de ramas de árboles y otros carbonizados.

Según el alcalde de Kharkiv, Igor Terejov, que fue al lugar del ataque, “no había militares” en el edificio.

“Todos los días, todas las noches, Járkov es objeto de ataques”, lamentó.

El bombardeo llegó horas después de que Rusia matara a cinco personas, incluidos dos niños, en el centro de Ucrania.

Los ataques del fin de semana se producen antes de una visita del presidente Zelensky a Estados Unidos, donde tiene previsto presentar un plan para poner fin a la guerra y presionar a los aliados occidentales para que le permitan el uso de armas de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia.

“Necesitamos fortalecer nuestras capacidades para proteger vidas y garantizar la seguridad. Ucrania necesita capacidades plenas de largo alcance”, afirmó este domingo.

“Estamos trabajando para convencer a nuestros aliados. Continuaremos estas discusiones la semana próxima”, añadió.