Un hombre murió y tres resultaron heridos ayer cerca de Múnich en un ataque con cuchillo cometido por un alemán, según las autoridades que “de momento” no establecen un móvil islamista, contrariamente a lo supuesto inicialmente.
El agresor, de 27 años, y que no es de origen extranjero, fue descrito ayer por la tarde como un desequilibrado.
“No tenemos de momento indicaciones sobre una motivación islamista, pero las investigaciones prosiguen. Hay en esta persona problemas psíquicos y de droga” declaró Oliver Platzer, portavoz del ministerio bávaro del Interior.
Por su lado el ministro federal alemán del Interior, Thomas de Maizière, dijo en corta declaración a la prensa que no quería “añadir” nada más a “las especulaciones sobre las motivaciones” del agresor.
El ministro bávaro del Interior, Joachim Hermann, indicó a su vez que el “móvil aún no es conocido”. El sospechoso “había llamado la atención de la policía hace dos o tres días de otro Estado-región” alemán, al comportarse de “forma extraña”, aseguró .
El hombre apuñaló a cuatro personas en la estación S-Bahn (trenes interurbanos) de Grafing, pequeña localidad al este de Múnich.
Una de las víctimas, un hombre de unos 50 años, falleció como consecuencia de las heridas.
Poco después de la agresión, un portavoz de la fiscalía había asegurado que “el agresor hizo declaraciones en el lugar del crimen que indican motivos políticos, aparentemente islamistas”.
Según la prensa local, que citaba a testigos, el hombre gritó en árabe Alá Akbar (“Alá es grande”). El hombre fue detenido en el mismo lugar de los hechos, en esta localidad de 13 mil habitantes.