Moscú.- Un prominente nacionalista ruso de línea dura que acusó al presidente Vladimir Putin de debilidad e indecisión en Ucrania fue detenido el viernes y acusado de extremismo, una señal de que el Kremlin ha endurecido su enfoque con los críticos de línea dura después de la rebelión abortada del mes pasado por la compañía de mercenarios Wagner.
Igor Strelkov, un oficial de seguridad retirado que dirigió a los separatistas respaldados por Moscú en el este de Ucrania en 2014 y también fue implicado por Holanda en el derribo de un avión de pasajeros de Malaysia Airlines ese año, ha argumentado que es necesaria una movilización total para que Rusia logre la victoria. Recientemente criticó a Putin, señalando que era un “don nadie” y un “mediocre cobarde”.
La detención de Strelkov, de 52 años, cuyo nombre real es Igor Girkin, fue reportada por su esposa, que publicó la noticia en su canal de la aplicación de mensajería. Ella dijo que al parecer su esposo enfrenta cargos de extremismo. La agencia oficial de noticias Tass publicó que el abogado de Strelkov, Alexander Molokhov, confirmó su detención, pero no dio más detalles.
De acuerdo con la agencia de noticias Interfax, el Tribunal de Distrito de Meshchansky de Moscú se manifestó listo para pronunciarse sobre la solicitud de los investigadores de poner a Strelkov tras las rejas en espera de su pesquisa. Strelkov es acusado de hacer un llamado a perpetrar actividades extremistas, lo que conlleva hasta cinco años de prisión si es declarado culpable.
Detención del crítico de Putin, tras rebelión del Grupo Wagner
La medida se produce casi un mes después de una breve rebelión lanzada por el jefe de los mercenarios, Yevgeny Prigozhin, en el que sus tropas del Grupo Wagner tomaron el cuartel general militar en la ciudad meridional de Rostov del Don y se acercaron a 200 kilómetros (125 millas) de Moscú para exigir la destitución de los altos mandos militares rusos. Prigozhin aceptó poner fin a la rebelión del 23 y 24 de junio en virtud de un acuerdo que le ofrecía una amnistía a él y a sus mercenarios y les permitía trasladarse a Bielorrusia.
La revuelta supuso la amenaza más grave para los 23 años de gobierno de Putin, erosionando su autoridad y poniendo de manifiesto la debilidad del gobierno.
Al igual que Prigozhin, Strelkov criticó duramente a los dirigentes militares rusos por su incompetencia, pero también denunció al jefe del Grupo Wagner y calificó su acción de traición y de gran amenaza para el Estado ruso. Ambos intercambiaron insultos en repetidas ocasiones, y los partidarios de Strelkov afirmaron que uno de los mercenarios de Wagner ha iniciado una investigación penal sobre sus declaraciones.
Strelkov cuenta con más de 875 mil suscriptores en su canal de aplicaciones de mensajería. El Club de Patriotas Enojados, un grupo de línea dura de reciente creación al que pertenecía, emitió un comunicado en que catalogó su detención como una “provocación” que “socava la confianza de la población en los órganos encargados de hacer cumplir la ley” y “tiene consecuencias extremadamente negativas para la estabilidad del país”.
Strelkov sirvió en el ejército ruso durante las guerras separatistas de Chechenia y luego se unió a la principal agencia de seguridad interna del país, el Servicio de Seguridad Federal, donde alcanzó el rango de coronel.
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