La vida de un Godín comienza antes del amanecer, cuando el sueño aún invade nuestro cuerpo y nuestra mente todavía piensa en esa deliciosa cama que dejamos cual tortura. Si eres de los que no tiene coche y se tiene que desplazar en transporte público, seguramente has aplicado el “coyotito” que repone energías, el cual muchas veces también nos mantiene nerviosos debido a que tememos no despertar a tiempo para bajarnos en donde debemos y llegar a nuestro destino antes de un retardo. Pues bien, si este es tu caso, aquí te decimos cómo funciona tu despertador fantasma…
Para empezar, si tomas la misma ruta te acostumbras a hacer el mismo viaje, por lo que según especialistas, te despiertas después del mismo tiempo de recorrido todos los días, por lo que te programas a abrir los ojos antes de bajarte.
En segundo lugar, a pesar de que creas que caes en un sueño profundo, te estancas en la fase temprana del sueño. A lo largo de la noche tenemos ciclos de sueño de 40 minutos cada uno, cuando dormimos en el camión, nuestro cuerpo se programa para reducirlos a un periodo entre 15 y 30 minutos, de ahí que puedas descansar antes de llegar a la oficina.
Además, no necesitas mucho para estar alerta, por lo que aún estando dormido sabrás que pasa a tu alrededor… Digamos que estás en un punto neutro entre el estar despierto y descansar, así que incluso dormido, puedes escuchar todo lo que pasa a tu alrededor, ya que tu cerebro no está apagado en totalidad.
Y por último y no menos importante, nuestro cerebro se despierta en cada parada que hace, aunque no lo recuerdes. Este mecanismo funciona exactamente igual que cuando dormimos de noche, ya que nos despertamos y a la mañana siguiente es difícil que lo recordemos.
Así que ya sabes, el secreto está en generar una rutina para dormir un poquito más en el trayecto.
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