CIUDAD DE MÉXICO.- El Clásico Nacional no quedó a deber en el Estadio Azteca y las Águilas se llevaron el duelo con un aplastante 4-1.
Emociones, sangre, polémica y goles. El Clásico Nacional no quedó a deber en el Estadio Azteca y las Águilas se llevaron el duelo con un aplastante 4-1. El orgullo que presume la “capital rojiblanca” cada que el Guadalajara viene a la Ciudad de México no fue transmitido a la cancha.
El respeto de las Chivas a su acérrimo rival se reflejó desde su parado inicial. Línea de cinco y sólo Alexis Vega y Alan Pulido cruzaban el medio campo cuando los azulcrema tenían la pelota. Lo pagaron caro. América fue superior de principio a fin. Sebastián Córdova se ha convertido en uno de los hombres importantes en el esquema de Miguel Herrera y ayer se consagró. El canterano de las Águilas abrió el marcador al minuto 18.
El ataque americanista aprovechó un contragolpe mal ejecutado por parte del Rebaño, Córdova terminó solo en el centro del área y definió sin problemas ante la salida de Toño Rodríguez. El clímax del partido llegó al 36 con la expulsión de Antonio Briseño. En una jugada llena de drama, cayó Giovani dos Santos tras una falta de “El Pollo”. El llamado de los jugadores al cuerpo médico reflejaba la gravedad: Gio tenía un grave corte en la pierna derecha.
El juvenil Córdova del América firmó su doblete y se consagró como la figura del encuentro. En tiempo de compensación de la primera mitad sacó un tiro cruzado y con la colaboración del meta rojiblanco puso las cosas 2-0. Corrían cinco minutos de la segunda parte y Alan Pulido acortó distancias gracias a un servicio de Josecarlos Van Rankin. La calma volvió a los de Coapa al minuto 36. Después de revisar una jugada en el VAR, Fernando Guerrero decretó penalti para las Águilas por una falta sobre Guido Rodríguez y a la postre Emanuel Aguilera la hizo válida.
Los reclamos de las Chivas subieron de tono y Alan Cervantes vio la roja por una ofensa al silbante. Negro panorama para el Rebaño de Luis Fernando Tena que se aleja y se aleja de la Liguilla. Cuando todo lucía perdido para los tapatíos, Henry Martín firmó la sentencia azulcrema en los minutos finales.
Nada por hacer de los Rojiblancos.
La alegría volvió a Coapa. Las Águilas cortaron la racha de seis partidos sin ganar, Guillermo Ochoa consiguió su primera victoria en su regreso a México y el orgullo nacional se pintó de amarillo.
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