Costa Rica convocó este miércoles a los gobiernos de México, Estados Unidos, Centroamérica, Colombia, Ecuador y Cuba y a organizaciones multilaterales a una reunión el próximo martes en esta capital para buscar solución urgente a una nueva “bomba” migratoria de cubanos irregulares que se unen a asiáticos y africanos que viajan del sur al norte de América y son movilizados por “coyotes” o traficantes de personas.
“La situación existe y nos preocupa”, advirtió el canciller costarricense, Manuel González, al anunciar el apremiante llamado de Costa Rica a sus vecinos y socios regionales para enfrentar lo que se prevé podría ser una nueva oleada de migrantes.
La alerta costarricense fue emitida en vísperas de cumplirse un mes de que solucionara la más grave crisis migratoria de cubanos ocurrida en Centroamérica, que se prolongó de noviembre de 2015 a marzo de 2016 y se resolvió con un puente aéreo y terrestre de Costa Rica y Panamá a El Salvador y México, para trasladar a más de 9 mil 500 cubanos que quedaron retenidos contra su voluntad.
El conflicto estalló cuando Nicaragua cerró sus fronteras con Costa Rica al ingreso de cubanos que, en un fenómeno que comenzó a crecer en en 2012, acostumbraban viajar como migrantes irregulares de Ecuador hacia Colombia, Panamá y el resto de Centroamérica en ruta a México para ingresar a EU, donde se acogen a una ley que les concede ventajas migratorias. Ecuador, que desde 2008 los eximió de visa, restableció ese requisito a partir de diciembre pasado, para tratar de contener el flujo de cubanos.
No obstante, el tránsito ha continuado y aunque las autoridades costarricenses todavía carecen de cifras, advirtieron que crece constantemente y es estimulado por los “coyotes”, que cobran hasta 15 mil dólares por cada cubano para llevarlo sin visa de Ecuador a EU. A ese tráfico humano se sumó el de asiáticos y africanos, considerados como migración extra continental, todos sin visa.
“Dicha situación es el reflejo de un fenómeno delicado de flujos migratorios que se extienden desde el sur [de América] y que plantean la necesidad de encontrar soluciones integrales para toda la región”, aseguró ayer la cancillería costarricense.
La reunión, a la que fueron convocados el Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), busca “atender de manera estructural, [ofrecer] una respuesta adecuada a la migración” irregular que “sigue presentándose” en el área, precisó la cancillería.
El vicecanciller costarricense, Alejandro Solano, informó que “el tema requiere constante observación, así como prever medidas para la migración ordenada de los migrantes cubanos que se encuentran en tránsito por los países” de la región.