Al menos seis personas murieron y docenas más resultaron heridas el jueves en dos explosiones que sacudieron un pueblo del centro de Siria, horas después de que una tregua instalase una calma relativa en la ciudad de Alepo tras semanas de creciente violencia.
El gobernador de Homs, Talal Barrazi, dijo a The Associated Press que las explosiones tuvieron su origen en un auto bomba y un suicida ataviado con un cinturón explosivo que activó el dispositivo en la localidad de Mukharam al-Fawkani. El pueblo está al este de la ciudad de Homs, la tercera mayor del país.
Ningún grupo se atribuyó la autoría de los ataques. En los últimos meses, el grupo extremista Estado Islámico reivindicó atentados similares en la provincia de Homs que dejaron decenas de fallecidos.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que 10 personas perdieron la vida en las dos explosiones, que además habrían causado 40 heridos.
Tras un atentado, es habitual que haya discrepancias en el número de víctimas.
Los atentados tuvieron lugar en una jornada de calma relativa en Alepo, en el norte del país, después de que las autoridades estadounidenses anunciaran un acuerdo con Rusia para extender el nuevo y frágil alto el fuego sirio a la disputada ciudad. La tregua, que comenzó en la medianoche del miércoles al jueves (5 de la tarde del miércoles EDT), durará sólo 48 horas, según dijo el ejército sirio.
Medios estatales sirios reportaron algunas violaciones de la tregua denunciando que insurgentes dispararon varios proyectiles a zonas de Alepo controladas por el gobierno de Damasco, donde unos 280 civiles perdieron la vida en las dos últimas semanas, según el Observatorio. El jueves, cohetes mataron a una persona, apuntó.
La televisora Halab Today TV de la oposición informó de una relativa calma en la provincial de Alepo, agregando que había bombardeos esporádicos en algunas localidades de la provincia que limita con Turquía.
En el otro lado de la frontera, cuatro personas resultaron heridas por una salva de cohetes que alcanzó un pueblo del sur de Turquía, según la agencia estatal del país. Según Anadolu, tres proyectiles impactaron en la localidad turca de Kilis a primera hora del jueves.
Los cohetes fueron lanzados desde territorios controlados por el grupo extremista Estado Islámico en Siria, de acuerdo con la información publicada por la agencia de noticias privada Dogan.
Entre los heridos había un policía, agregó al tiempo que distribuyó imágenes de edificios y autos dañados.
Este tipo de incidentes se han convertido en habituales en la localidad fronteriza, que acoge a un importante número de refugiados sirios.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a la milicia radical que ningún ataque sobre su país quedará sin respuesta.
En lo que va de año, el fuego transfronterizo ha causado 20 muertos y docenas de heridos.
El ejército turco suele responder a estos incidentes con proyectiles en línea con su protocolo de combate.