Ricardo Torres, investigador del Centro de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que el problema de la contaminación es por factores que no se han atendido y que no se reducen a la emisión de los vehículos automotores.
El doctor explicó, en entrevista con Denise Maerker, que las reacciones químicas de la ciudad son diferentes y no sólo dependen de las emisiones de los autos, sin embargo, sobre los automóviles expresó que la gasolina que vende Pemex tiene un aditivo que acelera la formación de ozono.
“Desde hace años hemos hecho la observación de que a la gasolina que se vende en la ciudad de México se le adiciona un aditivo que tiene la propiedad de que sale de los motores de combustión, aún con catalizador y forma un compuesto, también de los compuesto orgánicos volátiles llamado formaldehído que tiene la particularidad de que acelera las reacciones de formación de ozono”.
El experto dijo que tiene unos 15 años que se adiciona a la gasolina y que Pemex reconoce su uso, aunque se alertó sobre los efectos negativos que conlleva.
“Se adiciona por la altitud de la ciudad de México, se requiere adicionar un poco de oxígeno a la gasolina para que la combustión sea mejor”.
Señaló que otras fuentes importantes que provocan el aumento del ozono son el uso de solventes, fugas de gas LP y evaporación de gasolinas, además aclaró que no sólo se puede esperar a que la lluvia o las condiciones climatológicas sean las que disipen los contaminantes.
Torres reconoció que las medidas actuales no son las más efectivas para reducir el ozono, sino que hace falta una política a largo plazo para reducir otro tipo de emisiones ya que la salida del parque vehicular con las acciones de emergencia durante las contingencias reducen los contaminantes primarios pero no los de otros precursores.