Adele confesó en entrevista para la revista americana Vanity Fair los problemas que tuvo al inicio de su maternidad, así como la batalla que libró para dejar de beber y fumar menos tras sufrir de depresión luego del nacimiento de su hijo, Angelo.
La cantante británica reveló haber sido una “bebedora empedernida”, pero que ahora solo toma un par de copas de vino a la semana. Y expresó: “tener una resaca con un niño es una tortura”.
La intérprete de 28 años explicó que la peor decisión que pudo haber tomado después del parto fue retomar sus viejas costumbres pero que ahora ya se encuentra en un excelente estado de salud mental y física.
Esta entrevista forma parte de la edición decembrina de la revista, disponible a partir del jueves. Por su parte, Adele concluirá el próximo 21 de noviembre su gira por Europa y América luego de casi un año de duración.
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