FRANCIA.- Se sabe que el comportamiento de algunos gatitos puede ser casi incorregible, pero el de Rémi, un michi que vive con su dueña en el pequeño pueblo francés de Agde, en el departamento de Hérault, fue tan intolerable que la justicia local lo multó con mil 250 euros (unos 26 mil pesos) y una orden de restricción.
De acuerdo con medios locales de información, el pequeño gato naranja puso sus huellas sobre cemento fresco, marcó el territorio en tiestos de flores de vecinos e hizo otros desastres, por lo que los vecinos decidieron denunciarlo.
En enero pasado, la dueña del minino fue condenada a pagar una multa económica, la cual se elevará en 30 euros (unos 640 pesos), cada vez que el felino ose abandonar la casa en la que vive.
“Mi vecino comenzó a arrancar las plantas de mi patio, luego vandalizó mi coche, por último, me entregó con un abogado una carta amenazante en la que debía pagar 880 euros por los supuestos daños a una barda, en la que encontró huellas de gato.
“Rémi antes era un gatito feral y lo que quiero es que recupere su libertad. Desde que fue condenado ha vivido dentro de mi casa, pero ha aumentado de peso y se comporta de forma violenta. De alguna manera, recibió una condena doble”, señaló Dominique Valdes, dueña del gato, en declaraciones al periódico Herault-Tribune.
De acuerdo con Valdes, la disputa con su vecino comenzó hace tres años, cuando éste comenzó a realizar una barda. Al terminarla, encontró huellas de gato, por lo que infirió que se trataba de un acto “vandálico” realizado por el felino.
Temen que sentencia siente un precedente
Aunque el caso se juzgó en enero pasado, volvió a resonar puesto que durante la primera semana de diciembre Dominique y su gato Rémi tendrán que comparecer de nuevo ante el juez, que podría aumentar la pena a 2 mil euros (unos 42 mil 600 pesos) y a 80 euros (mil 700 pesos) por cada ocasión que el gato acceda al patio del vecino.
Esta decisión no ha pasado desapercibida por organizaciones defensoras de los derechos de los seres sintientes, quienes consideran que la sentencia podría hacer que la gente se piense dos veces antes de adoptar a un gatito.
“Esta decisión, rendida por el tribunal de Béziers el 17 de enero de 2025, no solamente es desproporcionada, también puede establecer una jurisprudencia peligrosa para todos los propietarios de gatos en Francia. En efecto, esta situación pone en la mesa las cuestiones éticas y jurídicas en la responsabilidad para con los animales de compañía y su libertad de movimiento.
“Estamos profundamente sorprendidos por esta decisión que parece ignorar que los gatos, por su naturaleza, suelen explorar su entorno. Por eso, debemos movilizarnos para proteger a nuestros amigos de cuatro patas y luchar en contra de estas medidas absurdas”, explicó JM Batticle, en una petición en la página Mes Opinions, donde recolectó más de 35 mil firmas en poco menos de un día.
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