BRASIL. – No sabemos si se aplica que “Los Simpson lo predijeron” con Maggie disparándole al Sr. Burns, pero se acerca bastante.
Una tragedia conmocionó a Brasil el pasado viernes 13 (de junio), cuando una mujer de 27 años murió tras ser baleada accidentalmente por su hijo de dos años en su vivienda de Rio Verde de Mato Grosso. La familia estaba en el patio trasero de la casa, conversando, cuando el niño tomó una pistola 9 mm colocada sobre una mesa y disparó.
“El disparo impactó a la mujer en el brazo y el pecho. Fue trasladada al hospital, pero no sobrevivió”, declaró la Policía Civil del estado.
La secuencia fue registrada por cámaras de seguridad y muestra a la pareja sentada, mientras el menor juega cerca. En un momento, el niño toma el arma cargada, apunta a su madre y acciona el gatillo. Tras el disparo, la mujer se levanta aturdida, su hijo corre a abrazarla, pero ella se desploma metros adelante mientras el padre recoge el arma del suelo.
El arma era legal y estaba registrada
Según confirmaron las autoridades, la pistola pertenecía al padre del menor, un productor rural con registro vigente ante la Policía Federal desde 2022. “El hombre presentó el Certificado de Registro de Armas de Fuego en la comisaría”, informó la delegada Danielle Felismino, quien encabeza la investigación. La policía incautó la pistola, un cargador y 18 cartuchos.
En Brasil, la posesión de armas para civiles fue flexibilizada en 2019 bajo el gobierno de Jair Bolsonaro, aunque esas medidas fueron parcialmente revertidas en 2023 por la administración de Lula da Silva. Aun así, quienes ya poseían armas legalmente no estaban obligados a devolverlas.
La posesión se permite a mayores de 25 años que acrediten necesidad, empleo legal, domicilio fijo, ausencia de antecedentes penales y aptitud psicológica y técnica. La profesión de productor rural del padre fue considerada válida para justificar la autorización.
Investigado por homicidio involuntario
Aunque el hombre quedó en libertad, enfrenta cargos por homicidio involuntario y por incumplimiento de las normas de custodia del arma, según el Estatuto del Desarme.
“El padre será investigado por no impedir el acceso del arma a un menor, lo que se considera una negligencia grave”, declaró la policía.
No es la primera vez que el hombre se ve involucrado en un incidente con armas. En 2023, fue arrestado tras un altercado con el dueño de una finca arrendada. En esa ocasión, realizó maniobras peligrosas con su camioneta, disparó al aire y amenazó a personas en el lugar. Fue detenido, pero liberado tras pagar una fianza de 3 mil 900 reales (unos 710 dólares / 13 mil 510 pesos mexicanos), y más tarde llegó a un acuerdo con el Ministerio Público que le permitió recuperar la carabina incautada.
Evaluación psicosocial del menor
El niño permanecerá por ahora bajo custodia de la familia. Sin embargo, el caso podría ser remitido al Consejo Tutelar para que el menor reciba evaluación psicosocial. “Debe analizarse si el entorno familiar es adecuado para su desarrollo emocional y psicológico tras el trauma”, indicó la delegada.
Especialistas en protección infantil han subrayado la importancia de políticas de concientización sobre la tenencia responsable de armas, especialmente en hogares con niños. “No basta con tener armas legales, hay que garantizar que estén fuera del alcance de los menores”, comentaron desde organizaciones de derechos infantiles.
El caso ha generado una fuerte reacción en la opinión pública brasileña, reavivando el debate sobre la posesión civil de armas de fuego y los criterios para su autorización. También ha puesto sobre la mesa la necesidad urgente de educación sobre manejo seguro y almacenamiento responsable.
“Este tipo de tragedias son evitables”, dijo una vocera de la organización Sou da Paz en declaraciones retomadas por el portal G1 de Globo. “Debe haber una política clara para impedir que armas cargadas estén al alcance de menores”.
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