TEXAS.- El brote de sarampión que comenzó en West Texas ha aumentado a 159 casos confirmados, anunció el martes por la tarde el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas (DSHS).
El número de infectados subió de 146 casos el viernes, y se extiende a lo largo de nueve condados en West Texas y el Panhandle, aunque no se han registrado nuevos condados afectados hasta el martes.
Desde fines de enero, 22 personas han sido hospitalizadas y un niño, que no estaba vacunado, ha muerto, según el reporte del DSHS.
Además de los casos confirmados en Texas, se suman otros nueve reportados por las autoridades sanitarias de Nuevo México. Los funcionarios de este estado han dicho que creen que esos nueve casos están relacionados con el brote de Texas, que continúa creciendo aunque el recuento de Nuevo México se mantiene estable.
El brote comenzó en una comunidad menonita en el condado de Gaines, cerca de la frontera con Nuevo México. Los casos se propagaron en una comunidad con tasas de vacunación relativamente bajas.
Solo un puñado de los casos de Texas se han dado en personas que se confirmó que recibieron al menos una dosis de la vacuna contra el sarampión, según el DSHS.
Hasta ahora, el brote no se ha propagado fuera del oeste de Texas y el Panhandle, aunque una persona infectada viajó a San Antonio y San Marcos durante el fin de semana del Día de San Valentín, lo que potencialmente expuso a personas en ambos lugares.
El brote tampoco se ha propagado a Dallas-Fort Worth, según las cifras más recientes del estado. La semana pasada, las autoridades sanitarias identificaron un caso de sarampión en el condado de Rockwall, en las afueras de Dallas. Sin embargo, los funcionarios de salud dijeron que creen que el caso no está relacionado con el brote de sarampión en West Texas.
Dos casos reportados en el condado de Harris y un solo caso reportado en el condado de Travis tampoco están relacionados con el brote en Gaines, según el DSHS.
Los expertos en salud han dicho repetidamente que la vacunación es la mejor manera de protegerse contra el sarampión.
El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo y se propaga fácilmente entre personas no vacunadas.
El virus puede vivir en el aire y en las superficies hasta dos horas después de que una persona infectada se haya ido, lo que significa que las personas pueden contraer el virus sin haber estado nunca en la misma habitación que una persona infectada.
Pero la vacuna MMR (contra sarampión, paperas y rubeola), de dos dosis, es muy eficaz y proporciona un 97% de protección contra el virus.
La vacuna se recomienda para la mayoría de las personas, con la excepción de las mujeres embarazadas o las personas con un sistema inmunitario gravemente comprometido. La vacuna se administra normalmente en la infancia, con la primera dosis alrededor de los 12 meses de edad, aunque se puede administrar una dosis única a bebés de hasta seis meses de edad en casos de viajes internacionales o brotes en curso.
Mientras continúa el brote de Texas, algunas agencias de salud locales están organizando clínicas de vacunación. Las personas también pueden hablar con su médico o su farmacia para preguntar sobre la vacunación.
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