“Democracia”
Actualmente México libra una muy cargada batalla contra un grupo de personajes que anhelan gobernar en un absolutismo de estupefacientes la mente de los mexicanos y de todo aquel en el mundo que desee cambiar de órbita. La batalla contra criminales muy bien organizados será todo un desafío para el gobierno entrante en nuestro país, sin duda es una guerra de todos y no de un solo líder. Cientos de cosas y detalles podemos hacer para desmantelar una macabra red de muerte que no solo esta consumiendo México, sino todo el planeta.
Inicio intentando descifrar lo que es en sí una democracia, ya sea personal o nacional. A muchos años de que nuestro país se declarara independiente y a otros cien años más de que una revolución intentase purificar los ideales de dicha independencia del yugo español, creo que es tiempo de que revaloricemos lo que fuimos y lo que ahora somos como un territorio puramente democrático… y miren que llegar a serlo mucho nos ha costado.
Del griego, demos, ‘pueblo’ y kratein, ‘gobernar’ no nos es difícil descifrar que el término democracia es sencillamente un modo de gobierno estrictamente liderado por el ciudadano que, sabiamente coloca a sus líderes para llevar así un control de sus propias decisiones.
Mucha suerte hemos tenido de que a lo largo de nuestra insigne historia nuestro Dios haya engendrado almas en lo más recóndito de los cielos para colocarlas en cuerpos lo suficientemente fuertes de ideales como para protegernos de individuos que bien dispuestos han estado a robarnos nuestra soberanía.
De nadie es desconocido que la guerra independentista cobró la vida de muchísimos mexicanos, tantos que con su sangre bien podría haberse llenado una presa… desdeñar tal acontecimiento es uno de los actos más cobardes que pueda concebir el ser humano… y es que la indiferencia o desprecio de los beneficios recibidos por algo o por alguien no tiene ningún otro nombre que ingratitud… ¡imaginemos que Maximiliano I hubiese superado a Juárez en Puebla! No me concibo viviendo bajo un gobierno monárquico en el que mis decisiones y anhelos dejen de ser míos para pasar a ser del polvo… y es que como dijera el monarca absolutista también conocido como el Rey Sol, a decir Luis XIV:
“Aquel que ha dado reyes a los hombres (Dios) ha querido que los reyes sean respetados como sus lugartenientes, reservándose exclusivamente para Él el derecho de juzgar su conducta. Su voluntad es que todo el que ha nacido súbdito obedezca. La última calamidad que puede acaecer a un hombre de nuestro rango es que deba someterse a la ley de sus pueblos. Por déspota que pueda ser un príncipe, la rebelión de sus súbditos es siempre infinitamente criminal”
Y es que estos tipos, nada tontos, se declaran descendientes de alguna deidad que por lejana e inaccesible en lo más infinito del cosmos jamás se puede acudir a ella para reclamar los desmanes que sus lugartenientes hacen en tierra… fue precisamente Jacques Bossuet uno de los más férreos defensores del absolutismo quien en su libro «Política según las sagradas escrituras» dijese que todo gobierno, sea cual fuere su origen, justo o injusto, pacífico o violento, es legítimo; todo depositario de la autoridad, sea cual fuere, es sagrado. Levantarse contra él es cometer una grave falta contra los principios de la fe católica.
Como se puede notar muy claramente, apoyadas en locas filosofías humanas el hombre se ha lanzado contra sí mismo en su loca carrera por alcanzar altos niveles de riqueza, poder, lujuria y otras pasiones diabólicas… es pues el absolutismo una forma de gobierno que no podemos considerar lejana en una actualidad en la que el hombre desespera por ser omnipotente, pisar a su prójimo y volverse invencible. Son tiempos en los que aun cuando no se quiere pensar así, el hermano desconfía de su hermano y la madre de su hijo; el pastor de su oveja y el perro de su amo. Tan vanidoso y orgulloso se ha vuelto el corazón del hombre que como antaño en la Torre de Babel, si el hombre supiese dónde vive Dios, con toda seguridad ya hubiesen ido por él para tomarlo preso por todo lo que ha ocasionado su cristianismo.
No subestimemos al hombre. Aun cuando vivimos en una democracia plenamente establecida en la que a últimas fechas se ha visto que el voto sí cuenta, no nos descuidemos, ya que no falta algún vivo que intente un golpe de estado que convierta al país en un territorio sin ley. No quisiera imaginar a la patria en un gobierno comunista, menos en un monárquico. La democracia me hace feliz porque me suelta cuerda, me deja actuar tan libremente como lo fueron los deseos de tantos héroes que dejaron su vida en el campo de batalla.
Actualmente México libra una muy cargada batalla contra un grupo de personajes que anhelan gobernar en un absolutismo de estupefacientes la mente de los mexicanos y de todo aquel en el mundo que desee cambiar de órbita. No dejemos que esos personajes que poco a poco van desapareciendo gracias a la lucha que cuerpo a cuerpo el gobierno les ha estado dando, se posesionen de nuestra voluntad… no dejemos que nuestra democracia religiosa, económica y cultural se valla por la coladera por un descuido. No abandonemos las urnas porque son ellas las que nos permiten ser así de libres y autónomos. Es en las arcas donde se da mate a todo aquel que intente manchar los blasones. Nunca desdeñemos lo que la historia nos enseña día con día. Es ella misma la que exige se le preste atención para no repetir esos desastres mundiales que tanto han entristecido al mundo y que tanto han hecho trabajar a esas organizaciones altruistas que son en sí la fiel muestra de solidaridad y amor al prójimo… así es que no olvidemos que Demos es pueblo y Kratein, gobernar… somos nosotros quienes decidimos quién se va o se queda, somos nosotros los que democráticamente hemos hecho de México lo que hasta ahora es.
México posee ahora un nuevo manto, una investidura elegida por una mayoría que sigue creyendo en la honestidad y en la democracia.
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