CDMX.- Más de 70 piezas en yeso, mármol, bronce, terracota, barro, piedra y madera, donde destacan obras escultóricas de Mardonio Magaña, Ignacio Asúnsolo, Rómulo Rozo, Oliverio Martínez y del propio Manuel Tolsá, integran la gliptoteca del Museo Nacional de Arte, la primera sala dedicada al arte escultórico que es la parte medular de la exposición “De la piedra al barro. Escultura mexicana. Siglos XIX y XX”, que fue inaugurada la noche del martes.

La muestra que tiene curaduría de Víctor Rodríguez Rangel, incluye además una selección de obras pictóricas, dibujos, litografías y grabados que forman parte de la colección permanente del Museo Nacional de Arte; una nueva propuesta museográfica a la colección permanente que va más allá de José María Velasco.

Después de 16 años de relecturas a la colección que posee el Munal, que se ha ido acrecentando con los años, pero que no había renovado su discurso desde la apertura de Munal 2000, la anterior propuesta de la colección permanente, el museo emprendió no sólo la intervención a ocho salas del recinto, sino que además impulsó la restauración de más de 69 piezas del acervo, de las cuales 36 son esculturas que forman parte de la exposición.

Es así que notables esculturas del siglo XIX y XX ahora se exhiben por primera vez dentro de una Gliptoteca, una sala que presenta a la escultura como algo central y no sólo como un aspecto decorativo, con obras de grandes exponentes como José María Labastida, Manuel Vilar, Gabriel Guerra, Miguel Noreña, Fidencio Lucano Nava y Luis Ortiz Monasterio.

Entre las piezas más notables está la maqueta en bronce de la Estatua ecuestre de Carlos IV, de Manuel Tolsá, que abre la muestra, pero también destacan “Desembarco de Colón”, una bella escultura en mármol de autor no identificado que fue creada en el último tercio del siglo XIX. También está “Tlahuicole. General tlaxcalteca”, de Manuel Vilar, de 1851.

Así también se exhibe una hermosa pieza en piedra de Mardonio Magaña, titulada “Campesinos con yunta de bueyes”. Otra de las piezas más atractivas de esta sala dedicada a la escultura que por primera tiene el Munal, es “El descendimiento de Cristo”, de Felipe Sojo, fechado en 1856.

María Cristina García Cepeda, directora del INBA, aseguró que esta muestra está hecha desde una visión historicista del arte mexicano, y que es parte de una renovación de la colección permanente del museo que inició en 2014.

Además de las piezas, se restauraron más de mil 100 metros cuadrados del museo. La muestra que incluye óleos como Los Reyes Magos de Ángel Zárraga, que recién se ha incorporado a la colección, y tendrá un programa académico y de talleres.