Muere en Guatemala asesino de obispo

El número final de muertos y heridos todavía se desconoce.

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Muere en Guatemala asesino de obispo / Foto: Agencia

El ex militar guatemalteco Byron Lima Oliva, considerado como el preso más poderoso de Guatemala y condenado a 30 años de prisión por el homicidio del obispo Juan José Gerardi Conedera en 1998, fue asesinado ayer lunes en la mañana un ataque con una granada de fragmentación durante un motín carcelario que habría dejado al menos otros 12 muertos.

Lima, de 46 años y ex capitán al que se le atribuyeron fuertes vínculos con aparatos paramilitares y de escuadrones de la muerte, pereció en la Granja Penal de Pavón, al sur de la capital guatemalteca. Al ex militar se le culpó de mantener el control de diversos penales guatemaltecos y de ser el verdadero poder en las prisiones de ese país, uno de los más violentos del mundo.

En un escenario de confusión y con detalles pendientes de aclarar, los informes preliminares aseguraron que Lima y sus hombres fueron agredidos cerca de las 9:30 horas locales por una pandilla rival con la que se disputó el mando del penal. El número final de muertos y heridos todavía se desconoce.

El diario “Prensa Libre”, el principal de Guatemala, publicó que el enfrentamiento entre los reos “se sospecha que fue dirigido por (el guatemalteco) Marvin Montiel Marín, alias “El Taquero”, condenado a 800 años por la muerte de 16 extranjeros en 2008”. El pleito, que derivó en un choque a balazos, estalló porque Lima prohibió la venta de drogas en la cárcel, añadió el rotativo.

Lima fue sentenciado en 2001 a 30 años de prisión (rebajada luego a 20) por el asesinato de monseñor Gerardi, un prestigioso defensor y activista de los derechos humanos. El homicidio, ocurrido menos de dos años después de la firma de los acuerdos de paz suscritos a finales de 1996 para acabar con 36 años de conflicto bélico en Guatemala, conmocionó a ese país al ser catalogado en ese entones como una afrenta a la lucha contra la impunidad militar prevaleciente en esa nación.

En un receso de una audiencia judicial en la capital guatemalteca, el ex presidente y general retirado guatemalteco Otto Pérez Molina, quien debió dimitir en septiembre de 2015 y está preso por una serie de casos de corrupción, recordó ayer que conoció a Lima desde que era cadete, lamentó su muerte y negó que el ex capitán fuera el culpable del asesinato del religioso.

“Esta es una historia triste realmente. Le puede pasar a cualquier guatemalteco, porque Byron Lima no fue el responsable del asesinato de monseñor Gerardi. Ahí le tocó a él vivir una situación muy difícil, muy complicada y lamento muchísimo” su fallecimiento, afirmó Pérez. “Esto muestra cómo está el sistema penitenciario en nuestro país”, alertó el encarcelado ex mandatario.

En abril de 2015, el recluso acusó al entonces ministro guatemalteco de Gobernación, teniente coronel retirado Mauricio López, de “lavado” de dinero. López, ahora preso por hechos de corrupción en el gobierno de Pérez y enjuiciado con el ex presidente, rechazó los cargos.

Lima, su padre Byron Lima Estrada (ex jefe de inteligencia militar y coronel retirado), y un sargento del Estado Mayor Presidencial fueron hallados culpables del crimen del obispo, mientras que un sacerdote quedó implicado como cómplice.