La manifestación fue apoyada por pobladores y padres de familia, quienes se enfrentaron a la policía con machetes, palos y bombas molotov.
En la refriega los disidentes mantuvieron retenidos a diez reporteros. Por la noche, el gobierno de Tabasco informó que se logró su rescate; a algunos de ellos los golpearon y les rompieron sus equipos.
En Oaxaca, maestros bloquearon centros comerciales e incendiaron y saquearon una oficina alterna del IEEPO. En Chilpancingo, la CETEG cerró la Autopista del Sol, en tanto que en la Ciudad de México los disidentes se unieron a la marcha para conmemorar el Halconazo.
La Policía Federal envió a Chiapas cuatro mil elementos para reforzar su presencia.