Comer fruta y vegetales es fundamental para una dieta sana, pero no todos los consumidores están al tanto de la cantidad de restos de pesticidas que hay en estos alimentos.
Para producirlos a nivel industrial y eliminar las plagas se utilizan insecticidas, herbicidas y fungicidas, que inevitablemente acaban llegando hasta nuestros platos.
Estos son, en orden, los 12 vegetales y frutas “más sucios” en Estados Unidos en 2017, según la lista anual elaborada por el Environmental Working Group (EWG), una organización sin ánimo de lucro dedicada a proteger la salud y el medio ambiente.
Fresas, espinacas, nectarinas o pavías, manzanas, melocotones, peras, cerezas, uvas, apio, tomates, pimientos rojos dulces y patatas.
En el caso de las fresas, por ejemplo, según los datos consultados por BBC Mundo en la calculadora del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en 2015 en una muestra de 706 fresas se detectaron restos de unos 70 pesticidas diferentes, varios de los cuales estaban presentes en más del 40% de las muestras analizadas.
Eso significa que en una fresa puede haber restos de varios pesticidas diferentes.
En Europa, la máxima autoridad de la Salud, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), dice en su informe de 2017 que el 43.9% de las más de 84.000 muestras de alimentos analizadas contenían residuos de pesticidas, aunque en cantidades dentro del límite permitido.
Y un informe de 2014 de la OCU, una organización independiente de consumidores en España, concluyó que un 64% de las piezas analizadas tenían restos de dos o más pesticidas y que el 21% tenía residuos de más de 5.
Las peras, las manzanas y las fresas eran las que contenían más restos de pesticidas entre las 90 piezas analizadas, que fueron compradas en varios mercados y supermercados de Madrid.
Pero “no se puede generalizar” sobre cuáles son las frutas y vegetales que más residuos tienen, según le dijo a BBC Mundo Carlos de Prada, director de la campaña Hogar sin tóxicos de la Fundación Vivo Sano.
Según el especialista ni el consumo de alimentos ni el uso de pesticidas es uniforme en todos los países, y además algunos pesticidas están prohibidos en unas naciones y no lo están en otras.
“El efecto cóctel”
En general, tanto en Estados Unidos como en Europa, las cantidades detectadas de restos de pesticidas son muy pequeñas y no superan los límites de control, así que las autoridades dicen que no representan ningún riesgo para la salud.
Sin embargo lo que preocupa a muchos activistas es la exposición combinada, aunque en cantidades pequeñas, a muchos pesticidas a la vez, lo que se conoce como el “efecto cóctel”.
“Aunque las cantidades detectadas no superan los límites de control, encontramos demasiados pesticidas diferentes en una misma pieza, lo que podría potenciar sus efectos tóxicos”, dice el informe de la OCU.
De Prada, que participó en la elaboración de ese informe, considera “preocupante” el hecho de que las pruebas de seguridad de la industria se hacen solo sobre un pesticida individual.
“Pero el efecto cóctel no se estudia”, señala, y denuncia que el efecto potencial de los pesticidas combinados puede ser “muy superior al de las sustancias aisladas”.
En efecto, algunos estudios científicos han relacionado la exposición a la combinación de sustancias tóxicas como las de los pesticidas con problemas de fertilidad, de calidad del semen, con efectos sobre el desarrollo del cerebro en el útero, con el cáncer y con problemas hormonales de alteración del desarrollo, sobre todo en los niños.
De hecho, se considera que los niños son más susceptibles al efecto potencial de los pesticidas porque tienen menos peso corporal que los adultos y sus órganos están todavía en desarrollo.
No obstante, si bien es bueno minimizar la exposición a los pesticidas, comer fruta y vegetales regularmente es mucho más importante para nuestra salud.
¿Cómo podemos reducir los restos de pesticidas?
1. Cuánto más orgánico, menos pesticidas
En general consumir productos de origen orgánico o ecológico, “preferiblemente certificado”, apunta De Prada, es la manera más directa y eficaz de reducir nuestra exposición a los residuos de pesticidas.
Según el informe de la EFSA de 2017 solo se encontraron residuos de pesticidas en un 8,3% de las muestras analizadas (frente a un 43,9% de los alimentos no orgánicos).
Pero estos productos pueden ser más caros y difíciles de conseguir.
2. Lavarlas ayuda… un poco
Lavar las frutas y vegetales a fondo, frotándolas o cepillándolas, ayuda a retirar parte de los residuos, pero no los elimina por completo.
De hecho, la lista anual de “los más sucios” de Estados Unidos, elaborada por EWG, se crea a partir del análisis de los alimentos ya lavados.
Muchos blogs en internet recomiendan dejarlas en reposo con agua y vinagre, que es un desinfectante natural, o en agua con sal o bicarbonato sódico.
3. Pelar o desechar las hojas externas de las verduras
Perlar la fruta y las verduras es otra manera de reducir la ingesta de pesticidas, no obstante al hacerlo podemos eliminar también parte de su contenido en fibra, minerales y vitaminas.
Por otro lado, el aguacate y la piña están entre las 15 frutas y vegetales “más limpias” de pesticidas, según la lista del EWG de 2017 para Estados Unidos.
No obstante De Prada apunta que en la industria de la agricultura también se utilizan los llamados “pesticidas sistémicos”, que van incorporados a la propia semilla y se meten dentro de las plantas.
“Se siembran ya con el veneno”, dice. De manera que en esos casos pelarlas no eliminaría su presencia.
Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!