ESTADOS UNIDOS.- La Patrulla Fronteriza (CBP) de Estados Unidos aseguró hoy que no operará en las zonas de refugio, evacuación o asistencia activadas para proteger y atender a los posibles damnificados del huracán Harvey, que se espera que llegue en las próximas horas a Texas convertido en un huracán de categoría 3.
“Las operaciones rutinarias de control de inmigración no criminales no se llevarán a cabo en los lugares de evacuación, ni en los centros de asistencia, como albergues o bancos de alimentos, aunque estaremos atentos a cualquier intento de criminales para explotar las interrupciones causadas por la tormenta”, señaló hoy a Efe una portavoz de la autoridad migratoria.
Así, la CBP mantendrá abiertos los puntos de control migratorios en las carreteras del estado sureño, tal y como anunció este jueves.
Harvey siguió hoy fortaleciéndose mientras se aproxima a la costa central de Texas con vientos sostenidos de 175 km/h y está a punto de convertirse en un huracán de categoría mayor, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), que ha advertido de las posibles “catastróficas inundaciones” que puede causar.
En una entrevista con la cadena NBC, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, apuntó hoy que los inmigrantes indocumentados no tendrán que mostrar identificación para entrar en los centros de protección activados por la llegada de la tormenta tropical convertida en huracán.
Por otro lado, la citada vocera indicó que tanto la Patrulla Fronteriza como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) resguardarán del ciclón a aquellas personas detenidas que estén bajo su custodia.
De hecho, los indocumentados que se encuentran en el centro de detención de Port Isabel (Texas), una localidad situada en la Isla del Padre, están siendo hoy trasladados temporalmente a otras cárceles fuera del camino proyectado del huracán por el NHC.
“Nuestros agentes estarán listos para ayudar a cualquier persona que necesite asistencia” dijo la portavoz, que aseguró que ayudarán a las autoridades locales de manera “rápida, segura y eficiente”.
Esta declaración de intenciones del cuerpo migratorio llega horas después de que se anunciara que los puestos de control de la Patrulla Fronteriza en Texas no serán cerrados “a menos que exista un peligro para la seguridad del público y de los agentes”.
“La Patrulla Fronteriza es una agencia policial y no abandonaremos nuestros deberes de cumplimiento de la ley “, señaló la autoridad en un comunicado este jueves.
Ante este planteamiento, la directora de políticas migratorias de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Lorella Praeli, señaló en un comunicado que la CBP está poniendo en riesgo a las personas indocumentadas por temor a las deportaciones.
“A medida que las personas buscan refugio del huracán Harvey, es probable que tengan que ir al norte o al oeste de Texas y tendrían que pasar por un puesto de control”, explicó hoy la activista.
Praeli calificó la decisión de mantener los puntos de control abiertos como “repugnante” y pidió a las autoridades que antepongan la seguridad pública al estatus migratorio de las personas.
La prensa local comparó Harvey con la tormenta tropical Allison, que arrasó la costa sureste de Texas en junio de 2001, provocando más de veinte fallecidos y causando casi 7.000 millones de dólares en pérdidas en el estado de la estrella solitaria.
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