CIUDAD DE MÉXICO.- Un testamento, un fajo de billetes para servicios funerarios y las escrituras de las empresas de la familia hallados junto a los cadáveres de Mireya y sus tres hijos, una pistola y la carta póstuma son elementos que hacen pensar a los abogados del padre de los niños que sus ex suegros participaron en el homicidio de la colonia San Jerónimo Lídice, en la Magdalena Contreras.
El abuelo murió y la abuela está en terapia intensiva.
Leopoldo se enteró de la muerte de sus hijos por los periódicos. “Está devastado”, dice su abogado Miguel Saucedo, quien comenta que no todo lo que se ha dicho de la historia de la tragedia es preciso o cierto.
Rechaza las acusaciones de presunto abuso sexual cometido por su defendido y habla de que Mireya tuvo diversos ingresos hospitalarios por haber atentado contra su vida. El padre de los menores presentó este viernes una denuncia por homicidio.
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