Se le hace el milagro a Seattle

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(Twitter)

En la gélida Minneapolis los Seahawks de Seattle, casi inadvertidos por 45 minutos, prendieron su motor en el último cuarto para venir de atrás y vencer 10-9 a los Vikings de Minnesota, en lo que fue el tercer juego con la menor temperatura en la historia de la NFL (-21 grados centígrados).

Por tercera ocasión consecutiva Seattle disputará la ronda divisional y buscan convertirse en el primer equipo que luego de perder un Super Bowl, regresa al juego grande desde los Bills de Buffalo de 1993.

Seattle estuvo a nada de la eliminación. Con 26 segundos en el reloj, Minnesota intentó un gol de campo de 27 yardas, pero el pateador Blair Walsh lo falló, a pesar de ser el que más número de goles de campo convirtió durante la campaña (34) y quien durante el partido sumó tres (22, 43 y 47 yardas).

La defensiva de Seattle que venía de permitir en los últimos cinco partidos de la temporada, un promedio de 11 puntos y 218 yardas, volvió a frenar al líder corredor de la liga, Adrian Peterson, quien sumó 45 yardas. Peterson se midió a la mejor defensiva contra la carrera, situación que durante la historia de los Playoffs había ocurrido en otras cinco ocasiones, y en ninguna de ellas el corredor pasó las 100 yardas. Quien más cera estuvo fue Curtis Martin en el 2004 con 77 yardas a los Steelers.

Con el marcador 9-7 en favor de los Vikings, fue precisamente un acierto de su defensiva y un error de Peterson lo que les permitió tomar el ovoide en buena posición. El corredor de Minnesota recibió un pase de Teddy Bridgewater y tras avanzar ocho yardas fue recibido por el profundo Kam Chancellor, quien le arrebató el balón.

En la siguiente ofensiva, Seattle convirtió un gol de campo de 46 yardas en el pie de Steven Hauschka.

Fue hasta el cuarto periodo en el que Seattle pudo hacerse presente en el marcador con un pase de tres yardas de Russell Wilson a Doug Baldwin. Fue la ofensiva más larga de los Seahawks que consumieron ocho jugadas y avanzaron 80 yardas.

Russell Wilson terminó el partido con 142 yardas, una anotación y un pase interceptado.
Durante la primera mitad el frío congeló a las ofensivas de ambos equipos que no lograron entrar en ritmo y establecer series largas, a excepción de dos que mantuvieron los Vikings de 10 o más jugadas. Sin embargo, fueron infructuosas.