NUEVO LAREDO.- Luego de que se suscitará la terrible tragedia en un colegio de Monterrey, donde varios alumnos y una maestra fueran atacados por un estudiante de 15 años de edad, el miedo, el dolor, el coraje así como la tristeza han embargado al país entero, condenando esta acción y generando miles de comentarios en redes sociales, sin embargo, es importante conocer cómo detectar una conducta agresiva o peligrosa y dónde se origina.
Gloria Esther González Hernández, Psicóloga clínica, detalla cómo es que ha incrementado el número de casos de conductas violentas en menores de edad, generando el temor y la incertidumbre de qué está pasando con la sociedad.
La especialista dijo que si bien, la violencia que rodea al ser humano últimamente ya sea por los medios de comunicación, a través de videojuegos o en las amistades, es influyente en los menores, pero también tiene gran importancia el ejemplo y la educación que se imparte en el hogar, donde mayormente se generan los problemas de conducta.
“Todo lo que vean en sus hogares, violencia, golpes, si vieron que se herían mutuamente sus padres, eso lo absorben y después lo desplazan a su entorno”, agregó la Psicóloga.
Debido a esta problemática actual, particularmente Gloria Esther, ha tenido que adaptar su consultorio para brindar terapias infantiles, aplicarles programas de modificación conductual y escucharlos, luego de que se incrementara descontroladamente las situaciones de violencia y conductas peligrosas en menores de edad, tratando casos de pequeños de hasta cuatro años.
“Tremendamente elevado el aumento de terapias en niños por violencia. Te podría decir que podríamos compararlo en un 50% de terapias en adultos y 50% en niños, antes era muy escaso, pero ahora es demasiado y más la ansiedad que traen”, destacó.
Sin embargo, y a pesar de las complicadas situaciones que se presentan en estos tiempos, muchas personas ignoran la conducta de sus hijos, permitiendo que se desencadene un fenómeno de crueldad, falta de humanidad, de conciencia y que en algunos casos, terminan en tragedias, tal y como sucedió en el colegio de Nuevo León.
Por esta razón Gloria Esther González, envía el mensaje a los padres de familia a poner atención a las conductas de sus hijos, pues lo que empieza como un juego, puede terminar en una desgracia.
“Que tengan muy presente que la responsabilidad como padres no es nada más comprarles los juguetes más costosos y modernos, es hablar con ellos y compartir momentos. Que haya una mayor comunicación, un gran acercamiento, que les den a sus hijos lo que necesitan para convertirse en seres positivos, que les enseñen valores y que vigilen qué es lo que están viendo en los aparatos. Hay que buscar cada momento para dedicar a sus hijos, la calidad, no la cantidad y qué ejemplo le estamos trasmitiendo”, finalizó.
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