“Pueblos trágicos de Coahuila”

0
990

No hace mucho el honorable gobernador de Coahuila Rubén Moreira Valdez presumía en los medios de comunicación el tremendo honor que tenía el territorio coahuilense de poseer en su seno seis pueblos mágicos: Cuatro Ciénegas, Parras de la Fuente, Viesca, Guerrero, Candela y Arteaga.

Me asalta la curiosidad por saber si algún día este distinguido político se ha permitido unos días de goce en cualquiera de estos pueblos, pero ya no en gira de trabajo, sino en familia, como turistas, sí, como usted que lee o como yo que escribo. La realidad es que no me lo imagino andando por las calles de Guerrero ni en ninguno de estos pueblos que han dado por llamar “Mágicos” tomándose fotografías para la posteridad.

Es triste saber, ya no por reportajes sino por el turista nacional e internacional que ha llegado a ir a esos lugares, que son un total fiasco, si no todos, sí la mayoría de ellos. La gran generalidad de los turistas, embrujados por una quimera o por una faramalla turística impresa en publicaciones o comerciales televisivos, han llegado a territorio coahuilense en busca de  esas maravillas que tanto se presumen y que a la hora de la verdad, ciertamente se van impresionados, mas no por lo hermoso de ellos, sino por todas las carencias con las que se han topado.

Denominar a un pueblo como mágico significa que se tiene toda la tranquilidad de ver llegar a una persona nacional o extranjera a degustar de un ambiente que lo colme al cien por ciento de placeres, esto va desde servicios culinarios, artesanales, culturales, médicos y de hospitalidad. Cierto es que aún y cuando la gente brilla por su amabilidad, eso no le basta al viajero que pernoctar a gusto es lo mínimo que desea.

Podríamos enumerar cientos de situaciones en las que los excursionistas se han visto frustrados en sus recorridos por los mencionados pueblos mágicos.

Cuatro Ciénegas tiene la magia de la antigüedad y la tranquilidad, pero de entrada el viajero se topa con un hotel que todo tiene menos antojo para hospedarse en él y ni qué decir de esas pozas tan mencionadas que son justamente lo que atrae al curioso y soñador trotamundos. Cerradas y sin acceso a ellas causan el desagrado de quienes han viajado kilómetros para toparse con personas que lejos de ser amables para dar una explicación simplemente se cierran y abandonan. La maravilla que te ha embrujado en televisión sigue siendo sólo eso, una imaginación ante la negativa de los encargados de dichas pozas que sin más no dan explicaciones. Frustrado y descorazonado, el viajero tiende a irse a Torreón o a algún otro sitio que merme el desconsuelo de lo no visto.

Devastador es decir que ni Cuatro Ciénegas, Candela ni Guerrero están preparados para recibir a un turismo tan exigente como es el nuestro, mucho menos a un extranjero que por más hippie que sea, busca la comodidad de un buen restaurante o de un abastecido mercado colmado de curiosidades mexicanas.

El caso aquí es que la gravedad que de por sí ya es mucha, amenaza con acrecentarse por la intención que tiene el funcionario al proyectar elevar a Melchor Múzquiz, Ocampo y General Cepeda a la misma categoría.

La gran pregunta es ¿Por qué tanto desabasto de servicios en los denominados Pueblos mágicos coahuilenses? ¿Dónde ha quedado todo ese fondo millonario destinado para dichas comunidades? Dudar no podemos de los líderes que han gobernado el estado pues su integridad no tiene parangón.

Es triste notar que otros pueblos que no son denominados mágicos si son llamados infaustos y hasta en cierto modo se han vuelto más famosos por ser “Pueblos trágicos”.

De primera mano podríamos mencionar a Allende y sus cientos de desaparecidos que ni la décima parte se ha localizado. El dolor que cimbra a la región de los Cinco manantiales es indescriptible. No podemos comprender como ha sido posible la indolencia del gobierno ante la tragedia. La población no sabe si reír o llorar ante una visita relámpago de nuestro presidente nacional Enrique Peña Nieto hace unos días en la que sencillamente se solidarizó con los familiares desaparecidos. La pregunta es ¿Cuáles familiares? Hasta donde se sabe las desapariciones fueron familias enteras, devastación generacional… a propósito, ¿han escuchado por ahí un pueblo que ha saltado a los titulares llamados Patrocinio?… sin saber cómo ni cuándo, de pronto este pequeño poblado de la Laguna salta a la fama por ese panteón que resulto ser ese íntimo poblado cercano a la populosa ciudad de Torreón. Lo más increíble es que hasta hoy no se sabe con exactitud cuántas personas entre hombres, mujeres y niños se encuentran en ese sitio de muerte. Se les ha encontrado maniatados, desmembrados y muchos con tiros de gracia, balas incrustados en cráneos ya secos.

No hace mucho, el que ahora escribe deseó conocer la Misión de San Bernardo en Guerrero, ese sitio realmente maravilloso en el que el insigne ex gobernador Humberto Moreira Valdez contrajo matrimonio como si fuese un príncipe de Persia. Luego de andar animado y feliz por ese apacible pueblo asentado casi casi en la rivera del rio bravo, un grupo de militares me detuvo. Violaron mi mochila en la que únicamente portaba libros, una libreta, mi cámara y una botella de agua y seguidamente me pidieron me fuera del pueblo. Lejos de molestarme me invadió la desconsuelo… ¿Guerrero, pueblo mágico? ¿Dónde la magia donde gobierna el miedo y el terror? ¿Dónde lo mágico cuando no se sabe que quien te habla en la calle es un ciudadano honorable o un secuestrador que no sólo asaltará, sino te agredirá? ¿Dónde lo mágico de nuestros pueblos?… pueblo mágicos, pueblos trágicos, ya no sabemos cuáles son unos y cuáles son los otros y peor aún, ni con cara de presumir ante el mundo lo que se posee… Coahuila, un estado de progreso y avance, progreso a la impiedad y al avance del exterminio de la paz… adieu.

Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!