“pAliza en el país de las maravillas”

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Ante la extraordinaria riqueza petrolera que el país tenía al llegar al poder el ahora expresidente José López Portillo, fue tanta su impresión al saber la magnitud del poderío en yacimientos petroleros que desplegó en un discurso aquella frase que motivó a más de uno:

“Tendremos que acostumbrarnos a administrar la riqueza, la abundancia”

Aquella frase tan contundente provocó una poderosa confianza en los ciudadanos de ese tiempo creyendo que por fin y luego de muchos años de promesas, ahora sí serían tomados en cuenta a la hora de repartir ganancias.  Y es que ya no sólo se vería reflejado aquel éxito en apoyos sociales, sino también en infraestructura, salud y otros beneficios inmediatos… pero pasó el primer informe, luego el segundo, el tercero hasta llegar al sexto… nunca se vieron ni las ganancias y mucho menos los beneficios que el electorado ya parecía palpar… luego vino Miguel de la Madrid y la terrible devaluación del peso y la introducción del narcotráfico… ¿Quién siguió después? Más desolladores de la patria.

Ni usted que ahora lee ni yo que ahora escribo sabemos el por qué si vivimos en el llamado “Cuerno de la abundancia”, hoy nuestro gobierno y sus dudosas políticas le están dando una paliza a nuestro bolsillo. Por qué si desde Tijuana hasta Mérida los dioses nos han atiborrado de todo y para todos, ¿Por qué la horrible carestía? ¿Por qué el vivir siempre al límite de todo?

Ser o no ser, To be or not to be, dijo el príncipe Hamlet, según William Shakespeare y del mismo modo como dijese el desconsolado heredero, esa es la cuestión. Lo cierto es que como habitantes de este país de grandiosidades ya no sabemos si somos o no somos y si acaso somos ¿qué somos? ¿Somos lo que deseamos ser o el resultado de lo que otros desean que seamos?… desafortunadamente y aun cuando no movemos un dedo para cambiarlo, muchos de nosotros sabemos los porqués de las diversas situaciones que como nación padecemos… y es que es tanta nuestra nobleza que aun y cuando por siglos le han jugado chueco al pueblo mexicano, este sigue creyendo y conservando esa fe en que los tiempos pueden cambiar.

Por años el territorio nacional ha sido vituperado, ultimado y sobajado, sin embargo, ha sobrevivido cual Job bíblico por el simple hecho de que resiste la adversidad con paciencia… y es que el catálogo de desastres es vasto: guerras intestinas, saqueadores petroleros, extranjeros invasores, caciques henequeneros y líderes mineros sin escrúpulos. Sismos, inundaciones, volcanes destructivos y hasta un robo territorial que sigue siendo la vergüenza mundial por haber sido arrebatado como paleta a un bebé a causa de la debilidad de líderes inexpertos. Por siglos el país ha sido saqueado sin que nadie ose detenerlo.  Los pocos que lo hicieron hoy están enterrados con todo y sus anhelos de Tierra y libertad.

Reformas van, reformas vienen. Las noticias hablan de miles de millones de pesos. Elevados aguinaldos y tajadas millonarias en manos de senadores cuyas leyes no han logrado que el país ni siquiera despegue y mientras tanto, el mexicano real, el que labora el campo, este se desvive y desespera con unas cuantas monedas en sus manos.

Aquellos que se sientan en la comodidad del congreso gozan de privilegios tan suntuosos que nos hacen recordar a los Luises franceses.

México está colmado de una naturaleza impresionante y de pueblos tan mágicos como su gente. El extranjero encuentra el solaz que en sus propias tierras no haya. Sus zonas arqueológicas son un llamado a la relajación y a la paz del alma. Sus desiertos duranguenses han sido escenario de populares wéstern estadounidenses y sus mares para escenas piratas.

Suena increíble el que aún y cuando seamos poseedores de un territorio económica y culturalmente tan fértil, con todo y eso sus habitantes padezcan una debacle emocional sintiéndose al borde de un precipicio. El pasado del país fue gris, el presente claroscuro y el futuro se perfila para un negro impenetrable.

Y vuelve el cuestionamiento inicial ¿por qué recibimos una paliza en el país de las maravillas si todo cuanto se posee también es nuestro? ¿Por qué el sembrador muere de hambre mientras que el cultivador vive en la opulencia?

Ahora que Donald Trump ha ganado los comicios en el país del norte, muchos no ven un horizonte muy benigno; otros lo ven como una oportunidad de sacar la casta y demostrar que se puede vivir teniendo a un vecino incómodo.

Hoy el mexicano ya no sólo tiene que luchar para salir adelante venciendo sus propias debilidades, ahora como carga adicional está el resistir el enorme peso que el gobierno ha colocado en la espalda de cada uno. Hoy la administración y repartición de los bienes nacionales está muy lejos de ser equitativa; igual la política y los políticos están muy lejos de ir hombro a hombro con el ciudadano pues es muy notable su viaje en solitario en el que va devorando todo cuanto aparece a su paso en su afán de enriquecerse. Basta con echarle un vistazo a la vida y obra de algunos gobernadores que siguen prófugos de la justicia por haber saqueado al pueblo.

Somos dueños de PEMEX pero la gasolina y sus constantes alzas nos ahogan sin misericordia. La tan famosa y prometedora Ley energética nos ha llevado a una hecatombe económica de la que no vemos salida ni hoy ni en los postreros días.

“En la época actual, los países pueden dividirse entre los que tienen y los que no tienen petróleo. Nosotros lo tenemos”, dijo en otra ocasión López Portillo… ¿y que ganaron los ciudadanos de esa época? Creo que lo mismo que nosotros en esta en la que se sigue presumiendo que el petróleo es de los mexicanos aunque no nos caiga un solo peso a la bolsa.

Hoy el mexicano está tan confundido que ha perdido el sentido de la orientación. Ya no sabe cuál es la diferencia entre privatizar o no privatizar si de un modo u otro el gobierno termina esclavizado al usuario común… ¿Entonces de quien es el petróleo? ¿De unos cuantos? Todo parece ser que sí. Privatizado o no privatizado  el pueblo sólo anhela ver su tajada reflejada en mejores salarios y oportunidades de empleo… ¿merecemos o no ser coparticipes de la riqueza nacional? ¿Acaso se espera un nuevo ¡Muera el mal gobierno! y un alzamiento generalizado y mortal?

Bien podríamos terminar por darle una paliza a todos aquellos que han hecho a este país de las maravillas en uno de los más inseguros y peligrosos del mundo… ¿usted, qué piensa? …adieu.

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