“NFL, más segura que nunca

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Luke Kuechly

La imagen puede ablandar a cualquier persona, hasta cierto punto es desgarradora. Luke Kuechly, linebacker de los Panthers de Carolina y uno de los jugadores más rudos y atléticos de la NFL (1.92m, 108kg), llora desconsolado sobre el césped. Aunque su equipo va arriba en el marcador sobre los Saints de Nueva Orleans en el compromiso de la Semana 11, el partido aún tiene vida.

Lo que va muriendo poco a poco es la realidad de esa noche para Luke. Está conmocionado y no entiende lo que pasa a su alrededor. Kuechly es de los más recientes jugadores en sufrir una lesión en el cerebro, la mayor preocupación que tiene la liga en cuanto a la salud de sus atletas y en donde más dinero, tiempo e investigación ha invertido.

El quarterback de los Colts de Indianapolis también se encuentra bajo el protocolo de conmociones.

Luego de una disminución que hubo en lesiones cerebrales en la temporada de 2014 (206) y 2013 (229), respecto a 2012 (261), la NFL dio a conocer en junio que la campaña pasada registró 271 conmociones, incluidas las que se suscitaron en partidos de pretemporada y playoffs.

Estos números alertan a especialistas como Kenneth Podell, director de Neuropsicología del Houston Methodist Hospital. Podell, quien visitó la Ciudad de México, aseguró para EL UNIVERSAL que el futbol americano nunca había sido más seguro que ahora. A pesar de que elementos jóvenes de la liga como Chris Borland han puesto fin a su carrera al temer por su vida, Podell señaló que la tecnología que día a día se aplica a los cascos y los protocolos de conmoción han hecho el deporte más “humano”.

La NFL invirtió 100 millones de dólares en el programa “Juega inteligente, juega seguro” , una iniciativa para impulsar el progreso en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de lesiones en la cabeza. “Nunca antes el futbol americano había sido más seguro como lo es ahora. Sin embargo, hay que cambiar algunas reglas del juego y aprender más sobre las conmociones y apegarse a los protocolos”, dijo Podell, quien impartió el tema “Juventud, futbol y contusiones: lo que los padres necesitan saber”.

En nuestro país el futbol americano es un deporte con una tradición de más de 100 años. A lo largo del tiempo, miles de personas se han formado en la disciplina que hereda las tardes en los campos de entrenamientos.

En algunas ligas, se puede jugar con casco, hombreras y el resto de la utilería desde los cinco años de edad, una situación que el especialista del centro que atiende a los Texans de Houston no aconseja. “No hay una edad recomendable para empezar a jugar futbol americano. No existe un estudio que determine esta situación ni plantee consecuencias sobre la práctica temprana”, comentó el especialista, que también atiende a peloteros de los Astros y futbolistas del Dinamo, equipos de la ciudad.

“Tenemos que educar a los padres de familia y a los jóvenes sobre todo lo que tienen que saber sobre conmociones. Que conozcan los síntomas para identificar si existe en el paciente o no. Es importante que dejen de jugar y reciban atención especializada”, explicó.

Podell, quien es seguidor de los Eagles de Filadelfia, precisó que parte de la mayor dificultad es diagnosticar una lesión cerebral, pues cada una evoluciona diferente y eso ha sido la razón por la cual muchas veces un jugador regresa al campo, a pesar de estar conmocionado.

“¿Han existido conmociones no diagnosticadas en el momento últimamente, la respuesta es sí. A veces las contusiones toman tiempo para evolucionar, así que inicialmente pueden no tener ningún síntoma. Ha mejorado mucho, pero todavía hay margen para mejorar y creo que eso es en lo que tenemos que seguir trabajando todos”.

El protocolo de conmociones fue implementado por primera vez en 2009, se ajustó en 2011 y durante las más recientes cinco temporadas se ha acoplado incluyendo una introducción de medidas disciplinarias en 2016.

Además del equipo médico de cada equipo y de un consultor neurológico no afiliado, la liga emplea a dos observadores médicos en la cabina que miran el juego con prismáticos y la repetición para identificar los golpes.

Hay siete síntomas observables utilizados para identificar a los jugadores con conmociones cerebrales. Esos son: cualquier pérdida de conciencia, lento andar para levantarse después de un golpe en la cabeza, problemas de coordinación y con el equilibrio, visión vacía, desorientación, cuello débil para sostener la cabeza y lesión facial en combinación con cualquiera de los puntos anteriores.

Podell recomienda a los equipos de futbol americano en México apegarse con rigor a lo establecido por la NFL.

NUMERALIA

100 MDD de dólares invirtió la NFL en el programa contra conmociones.

271 CONMOCIONES se registraron la temporada pasada.

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