El hombre ha nacido libre, sin embargo, está encadenado por todos lados. Tomando como base lo que sucede día con día en esta sociedad en la que nos desenvolvemos, la elaboración de demasiadas cosas útiles para la vida diaria da lugar a demasiadas personas inútiles.
Sin darnos cuenta, conforme el ser humano va desarrollándose se va creando junto a él, una serie de murallas, de muros que lo van cegando y colocando en una categoría tercermundista en la que termina muriendo a la edad natural del hombre. Es increíble el hecho de que entre más poderosos seamos tecnológicamente hablando, un negativo estado emocional ha ido menguando nuestras fortalezas espirituales. Si bien es dicho que la riqueza no da la felicidad, tampoco lo es el tener una modernidad que aunque nos da todo, al mismo tiempo nos ha arrebatado la capacidad natural de razonar, dialogar y hasta de convivir como se venía haciendo hasta hace unas pocas décadas… en sí, los humanos que vivieron las etapas de estrechez científica y que ven hoy hasta dónde se ha llegado, bien pueden ver a las claras si la nueva sapiencia está haciendo bien o mal a las nuevas generaciones.
Los avances modernos son una gran bendición al mundo entero al ser utilizadas con sabiduría y para nuestra propia felicidad. Gracias a ella nos hemos enlazado con personas lejanas a una velocidad impresionante y así mismo nos ha llevado como planeta a descubrir nuevos mundos muy semejantes al nuestro, tales cosas, por su maravilla, nos hacen ver que vamos bien en ese aspecto.
Por otro lado, la mala utilización de estas ciencias aplicadas ha venido causando a lo largo de los años y cada vez más, un alto índice de suicidios, secuestros, extorciones, robos, estafas, violaciones, etcétera. No es el decir que todo es una culpabilidad neta de la tecnología, eso jamás, si no al mal uso que de ella se hace en manos de la delincuencia o de quienes de un modo u otro la utilizan para dañar psicológicamente a los demás. Es verdaderamente increíble cuantas personas se dejan llevar o son tomadas cautivas por grupos negativos que azuzan a la violencia, ya sea de género, racial o alguna otra. Hoy por hoy los medios informativos nos avisan de terrorismo en las escuelas en las que los jóvenes portan armas, en casa donde los padres violan, agreden y hasta explotan a sus hijos. Hoy latecnología nos permite ver todo desde los techos de las casas, como diría un texto bíblico, y es que ahora la información de casi cada uno de los seres humanos que nace en este planetaestá en manos de unos pocos.
Sin duda alguna son las nuevas generaciones ya denominadas “Robots” las que están pagando las consecuencias de dicho manejo irresponsable de la modernidad. Algo que está claro de más es el hecho de que mientras en oriente la tecnología es utilizada por la gente y desde muy joven para lo que realmente es, acá, en casi toda América, los niños son enviciados desde una temprana edad por sus mismos padres y por la mercadotecnia de los videojuegos.
Para muy mala fortuna del ser humano, mientras la tecnología nos hace todo mucho más pasadero, hay una generación muy nueva y vulnerable que está siendo víctima justamente del mal manejo de las redes. Cada vez son más los jóvenes que se van tras esa falsa quimera de amor eterno o tras las promesas de comprensión ofrecidas en las redes sociales. Cada joven tiene una idea, un sentimiento y una razón de ser. Aunque no lo pareciera todos tienen un plan, un anhelo, un a dónde ir el día de mañana.
Según las estadísticas la gran mayoría de los jóvenes suicidas han tenido algún contacto con un sociólogo… en pocas palabras nuestros adolescentesse nos están muriendo y con ellos también muchos otros padres de familia agobiados por la mala economía del país.
Hoy nuestra lucha contra tal devastadora situación es el acercarnosfamiliarmente y eliminar ese tan elevado muro de la indiferencia que hemos creado, ese colosal abismo que hay entre las costumbres de la juventud de otra época y la de hoy.
Según los especialistas los jóvenes optan por abandonar la vida por tres causas: Desengaños de amor, empleo de drogas o problemas en casa.
Los fracasos del amor son atizados por las redes sociales y la distribución del polvo blanco y otros tipos de drogay se venden como barajitas en escuelas. No hay hasta el momento acciones reales que pongan en su sitio a quienes con el descaro más grande del mundo se dedican a comerciar con los jóvenes que, junto a los niños son los más vulnerables.
La falta de comunicación hogareña y la intimidación casera es uno de los componentes que por inhumanos llevan a otra buena parte de muchachos a privarse de la vida. Es increíble cómo ni la religión ni el gobierno sabe cómo responder para detener la elevada ola de fallecimientos juveniles que se les ha venido encima.
La televisión con sus programas amarillistas y la falta de juicio en casa termina por hacerle perder la razón al más prudente… y es que es sumamentedesventurado que siendo la adolescencia en la que el hombre está en plenitud para ser feliz, sea al mismo tiempo en momento en el que decidan dejar el mundo por razones que no debieron de existir.
Rompamos ese muro, por más alto que sea, los tiempos son cortos y los momentos que se tienen para convivir con los que más amamos también… culmino como lo diría un día Albert Einstein, es por demás obvio que la modernidad ha superado nuestra natural humanidad de sentir, y eso debe ponernos aún más alertas, más humanos, más diestros a amar y acercarnos a lo que se nos va por descuidados, a nuestros hijos, a nuestro cónyuge, a la abuela solitaria, al abuelo encerrado en un asilo, a nosotros mismos… Adieu.
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