Lula irá a juicio por corrupción y lavado

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El ex presidente está acusado, en un proceso paralelo, de “obstrucción de la justicia” en un tribunal de Brasilia. (zonacero.com)

Sao Paulo.- El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, será juzgado por cargos de corrupción, determinó ayer el juez Sergio Moro, sumando más turbulencia al caótico escenario político local.

Moro dijo que Lula, presidente entre 2003 y 2011 y la figura política más influyente de Brasil durante las últimas dos décadas, será juzgado por sospechas de que aceptó 3.7 millones de reales (1.11 millones de dólares) en sobornos como parte del gigantesco escándalo de la petrolera estatal Petrobras. Moro escribió que, de acuerdo con las acusaciones de los fiscales, el ex mandatario fue un “beneficiario directo” de sobornos de OAS SA, una de las empresas de construcción e ingeniería que están en el centro del escándalo, por lo que debe ser juzgado.

Según la fiscalía, OAS aceptó reformar y amueblar un apartamento en la playa que, afirma, es de Lula aunque está a nombre de otras personas, así como pagar por cinco años el depósito alquilado por el ex presidente para guardar los regalos personales que recibió durante su gobierno.

También serán juzgados la esposa del ex mandatario, Marisa Leticia Lula da Silva; Paulo Okamotto, presidente del Instituto Lula, y varias personas más. En un mensaje de video, Lula dijo que las acusaciones son una “farsa. Lo que pasa me motiva más para salir y seguir hablando”, sostuvo el ex mandatario, quien agregó que “seguirá luchando”.

La sucesora de Lula, Dilma Rousseff, fue declarada culpable por el Senado de violar las leyes presupuestarias y destituida el mes pasado. El ex vicepresidente Michel Temer, quien asumió como mandatario, ha inclinado al país hacia la derecha política y económica en un intento por poner fin a la peor recesión que enfrenta Brasil desde la década de 1930.

La decisión de Moro podría evitar que Lula protagonice un regreso político en la campaña para las elecciones presidenciales de 2018. También podría acabar con las esperanzas del Partido de los Trabajadores (PT) de volver al poder, o incluso de sobrevivir, según algunos expertos.

El ex presidente está acusado, en un proceso paralelo, de “obstrucción de la justicia” en un tribunal de Brasilia por supuestamente haber ofrecido dinero por el silencio de uno de los testigos que colaboran con las investigaciones de corrupción de Petrobras.

Recientes encuestas mostraron que Lula sigue siendo uno de los candidatos preferidos para las elecciones de 2018. Lula podría ser sentenciado a una pena máxima de 16 años cada uno de los tres cargos de corrupción y hasta a 10 años por cada una de las tres acusaciones de lavado de dinero.

La defensa del ex presidente afirmó que la decisión de Moro “no les sorprendió” debido al historial que, dice, tiene el juez de “persecución y violación de las garantías fundamentales”. Insistió en que la denuncia carece de pruebas y acusó a Moro de “imponer” a Lula un crimen que “jamás” cometió.