¿Las personas siempre te creen cuando dices mentiras? Mira a qué se debe

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Foto: Agencia

¿Te consideras una persona honesta o eres más del tipo mentirosa? No importa la respuesta, ya que tu cara podría contar algo diferente.

De acuerdo a un estudio reciente, no importa qué tan honesta digas o pienses ser, tu cara tiene más que ver con la forma en que los otros te perciben.

Así funciona: luego de 33 milisegundos de conocer a alguien, la amígdala (que es básicamente el sistema de alarma del cerebro que percibe cualquier posible peligro) ya ha analizado la cara de la persona y juzgado su confiabilidad.

Es una de las muchas maneras en que el cerebro recoge las señales sociales. Y todo radica en la estructura ósea de una persona.

Un estudio, que analizó los rostros de delincuentes y cómo la gente honesta los percibe, mostró que los pómulos prominentes, las cejas altas y una cara redonda hace que alguien parezca más digno de confianza, incluso si el sujeto era un asesino y estaba mintiendo acerca de ser inocente.

Por otro lado, alguien con las cejas hacia abajo (también conocido como tener un “ceño fruncido”) y las mejillas hundidas, se percibe como menos confiable y honesto. En el estudio, las personas eran más propensas a pensar que los sujetos con estas características habían cometido un crimen, incluso si eran inocentes.

Por lo tanto, si fuiste favorecida con las características de una persona “de confianza”, probablemente las personas creen en ti constantemente.