Adam Helliker, un experto de la realeza y periodista, reveló que a menudo la Reina Isabel II desearía ir a eventos, caminar de incógnita y hablar con los asistentes como cualquier persona.
Sin embargo, debido al protocolo, las cosas generalmente se hacen de otra forma.
Muchas veces hay personas que se intimidan al ver a la monarca y se les dificulta sostener un diálogo con ella.
Otras veces, hay personas que desean seguir hablando con la reina por mucho tiempo, lo cual tampoco es posible, pues ella debe seguir adelante.
Por ello, la esposa del príncipe Felipe envía claves o “señales” a sus damas de compañía y a su personal de seguridad para evacuarla en determinados casos.
Por ejemplo si la monarca se cambia de mano su bolsa, significa que está lista para avanzar.
Colocar su bolsa sobre una mesa significa que está lista para abandonar el evento.
Por ejemplo si la monarca se cambia de mano su bolsa, significa que está lista para avanzar.
Colocar su bolsa sobre una mesa significa que está lista para abandonar el evento.
Un giro discreto a su anillo de bodas significa que le gustaría terminar una conversación rápidamente.
Un giro más dramático del anillo significa que está ansiosa por retirarse.
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