La inmigración es una crisis existencial humana, dice Iñárritu

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La experiencia de realidad virtual llamada “Carne y arena” que los mexicanos podrán vivir en carne propia a partir de agosto en el Centro Cultural Tlatelolco –y la cual presentará el propio Alejandro González Iñárritu según aseguró- no deja de sorprender a quienes tienen la suerte de participar en ella en el Festival de Cannes.

EL UNIVERSAL habló con el director de “Amores perros” y esto es lo que contó acerca de cómo surgió el impulso de hacerlo.

“Esta idea la tuve hace cinco años, pero la verdad es que la tecnología todavía no estaba lista y por eso es que pudimos realizarla hasta ahora. Pensaba hacer un fragmento del caminar de estos inmigrantes en el desierto, de tal forma que la gente al sentir la arena en las plantas de los pies tuviese esa experiencia sensorial, me pareció interesante hacerlo así porque quizá una experiencia puede decir y provocar más que una película”, explicó el realizador.

Para él la realidad virtual es todo lo que el cine no es, “Es el nacimiento de un medio absolutamente distinto, quizá sea el Octavo Arte, pero tiene sus propias reglas donde el lenguaje cinematográfico no aplica. La definición de cine para mí es el encuadre, la longitud de una escena y la yuxtaposición de tiempo y espacio y nada de eso aplica para la realidad virtual”.

“Es una total y nueva forma de la que tienes que descubrir las reglas narrativas y eso es lo que es fascinante pero también te demanda mucho porque como director tuve que empezar de cero y aprender otra vez todo. No sabía nada, no teníamos un precedente, todas las reglas eran probar y fallar e ir viendo qué funcionaba y qué no”, señaló.

Acerca de qué piensa de que muchos críticos de arte estén catalogando el proyecto como arte contemporáneo dijo:

“Una de las cosas que más me molestan en la literatura son los adjetivos, el no tener un adjetivo o una caja me encanta porque finalmente se liberó el encuadre y me encanta no tener la palabra y ojalá que no exista. Esta pieza es parte teatro, parte documental, parte ficción, es parte instalación, tiene un poco de todo pero por eso mismo no puedo definirlo y me encanta que sea una orgía de todo lo que puede tener y hay que celebrarlo”.

Basado en historias reales

El cortometraje está basado en las entrevistas que Alejandro hizo con las personas que aparecen en el proyecto, “Con esos detalles escribí un guión que debe ser multifuncional porque simultáneamente están pasando muchas cosas.

“Los invité a hacer un taller teatral que fue muy difícil para ellos porque tuvieron que trabajar con esa memoria emocional y luego ‘El Chivo’ Lubezki y yo filmamos en el desierto de California y lo hicimos en cine para que ellos encontraran la parte física del proyecto, llevamos coches de policía, vimos las texturas de la ropa, el comportamiento del cielo y de las nubes, etcétera, y luego lo replicamos en un estudio de Los Ángeles y ellos actuaron lo que habíamos estado ensayando basado en sus historias. Inclusive los policías y los coyotes lo son en la vida real”, afirmó.

“Pero lo que más me gustó fue poder usar la más alta tecnología de Marvel y los superhéroes para ponerla en la gente más vulnerable, más frágil y explorar un poco su realidad. Fue muy bonito”, contó el director que no tenía pensado traer “Carne y arena” a Cannes.

“El proyecto no estaba pensado para el cine así que cuando Thierry Fremaux –director del Festival- lo vio me dijo, ‘acabo de sentir lo mismo que sintieron las personas que vieron por primera vez llegar el tren en una cinta de los hermanos Lumiére -los fundadores del cine’. Fue muy difícil para mí decidir venir porque no teníamos tiempo de montarlo todo. Esto abre en dos semanas en Milán en el Museo de la Fondazione Prada y es sólo una prueba de lo que va a ser porque fue algo improvisado pero en el Museo es más bonito. Fue una decisión difícil porque yo decía, ‘es que esto no es cine, no tiene nada que ver’. Pero al final estuvo bien porque ‘El Chivo’ y yo pertenecemos a una comunidad de cineastas y es interesante compartirlo porque es algo que sí creo que va a generar en los cineastas la posibilidad de que exploren por ahí también”.

Respecto al futuro Iñárritu contó que sí le gustaría seguir haciendo RV, “Me va a ser difícil regresar a la pantalla grande. La gente va a ser menos inocente, yo creo que las nuevas generaciones están pidiendo algo más y que ya no hay vuelta atrás. No creo que sea el futuro del cine porque no es una extensión de él y creo que verlo así es un error, se ha malentendido para hacer dinero rápido. Primero tenemos que entender qué es y luego ya se hará una cosa masiva”, explicó.

El dinero que se recaude irá para una fundación de inmigrantes

El proyecto siempre fue creado para estar en un Museo y todo lo recabe será para una buena causa, “Tuve la suerte de exponerle esta idea a Miuccia Prada de Fondazione Prada hace unos años y ella me dijo, ‘yo lo financio’. La única condición es que no se traficara y no se hiciera dinero con esto y si se llega a recuperar la inversión, que no sé si se logrará, todo lo que se genere será para una fundación de inmigrantes”, detalló.

“Pero tuve la oportunidad de poder hacer lo que quería sin la presión de conseguir que se comercializara”, aseguró el visionario para quien el arte sí puede ser una herramienta para curar las heridas de un país como México azotado por la violencia y la inseguridad, “creo que el arte finalmente es el encuentro de la conciencia”, compartió.

“No me interesa Trump, me interesan los jóvenes”.

Respecto a si le gustaría que Trump visitara el proyecto dijo, “No me interesa Trump, me interesan los jóvenes porque yo creo que todo esto se ha politizado, los inmigrantes no son una amenaza sino una oportunidad y son muy subversivos porque revelan lo que está fracturado del sistema capitalista que todo lo ve en términos de ganador y perdedor y yo creo que todas estas personas se han perdido y diluido porque nadie las ve y han sido capitalizadas por los partidos políticos de izquierdas y derechas y nadie ve que esto es una crisis existencial humana, esas personas no tienen ninguna agenda política pero los utilizan para disparar el miedo de la gente y no se cuenta su realidad. Esta no es una pieza política, es una pieza humana. Todo esto lo pensé muchísimo antes de que Trump entrara a la presidencia”, finalizó.

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