Puntuales —sábado a las 15:00 horas— y en el lugar de siempre— frente al Palacio Nacional de la Cultura— pero con nuevas consignas que reemplazaron a las que sirvieron de germen de las pacíficas marchas callejeras de protestas de 2015, el blanco de los indignados guatemaltecos es ahora el gobierno recién instalado del presidente de Guatemala, Jimmy Morales.

A menos de 48 horas de haber iniciado su cuatrienio, Morales recibió ayer un mensaje contundente de la calle, claro y directo, de cero tolerancia a la corrupción, en una jornada vital para un gobierno perseguido por la incertidumbre.

“Le advertimos a Jimmy que el pueblo ya está vigilando a su gobierno”, adujo la guatemalteca Luisa Maldonado, de 40 años y educadora, tras unirse a la marcha. “Que no queremos lo mismo de siempre y que hay que cambiar. Sé que tampoco es fácil y jamás se hará de un día para otro, pero queremos saber si hay voluntad política de hacer el cambio”, afirmó Maldonado frente a Palacio, en pleno corazón capitalino.

La manifestación fue una mezcolanza de intereses populares, de los que proclaman una lucha frontal contra la corrupción política, la exclusión social, la impunidad militar y las violaciones a los derechos humanos a los que apoyan a las viejas castas castrenses y alertan de ingobernabilidad, pasando por los ambientalistas, los indígenas, los estudiantes y los defensores de la diversidad sexual. Al asumir, Morales pidió a los indignados que le apoyen para combatir la corrupción.

“Con la marcha, el pueblo le dice a los poderes en Guatemala que despertó para quedarse activo para siempre”, alegó el guatemalteco Manfredo Marroquín, presidente de Acción Ciudadana, organización no estatal de este país que impulsa la transparencia en la labor pública. “Decirle al gobierno que no tolerarás más la corrupción en Guatemala y que la ciudadanía jamás volverá a dormirse, como en el pasado”, dijo Marroquín.

Con el galardón que enarbolan de haber presionado en las calles de abril a agosto de 2015 para lograr que Otto Pérez Molina renunciara en septiembre a la presidencia y esté encarcelado hace más de cuatro meses, como presunto jefe de una red criminal que asestó un millonario fraude aduanal, los indignados reacomodaron consignas.

“Esta es una primera alerta a Jimmy”, anunció el guatemalteco Jonathan Méndez, de 32, estudiante universitario de agronomía y capitalino, en otro punto de la marcha. “Que sepa que el pueblo es el que manda y estará pendiente de lo que haga”.