ISSSTE refuerza vigilancia epidemiológica del zika

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Los tratamientos de esta enfermedad están enfocados al control de los síntomas, pues al tratarse de un virus es autolimitable. (radionacional.com.pe)

CDMX.- A través de un programa de capacitación enfocado a actualizar a epidemiólogos, personal de los servicios de Medicina Preventiva y Atención Médica de Urgencias de la red de unidades médicas y hospitalarias, el ISSSTE refuerza los procesos de vigilancia epidemiológica del virus del zika, informó el Departamento de Vigilancia Epidemiológica de la Dirección Médica.

A nueve meses de que se registró en México el primer caso de Zika, el SINAVE en su reporte de la semana epidemiológica 35 ha confirmado 2 mil 388 casos generales y mil 62 en mujeres embarazadas; mientras que en el mismo periodo el ISSSTE registró 152 casos generales y 56 en féminas gestantes; ambos con mayoría de casos en Guerreo, Chiapas y Oaxaca y a nivel nacional también en Veracruz.

Las Enfermedades Trasmitidas por Vector (ETV) como Dengue, Chikungunya y Zika son transmitidas por la picadura del mosco Aedes Aegypti infectado por el virus. Se estima que cerca del 60% del territorio nacional en donde residen más de 50 millones de mexicanos, presenta condiciones favorables a la transmisión de estas enfermedades y en el caso del zika también se ha demostrado transmisión por contacto sexual, por lo que su atención representa un reto importante de salud pública.

De acuerdo al jefe de Vigilancia y Control Epidemiológico del ISSSTE, para hacer frente al zika de manera más eficaz la Subdirección de Prevención y Protección a la Salud ha organizado tres teleconferencias con alcance nacional para actualizar al equipo multidisciplinario de salud involucrado en la vigilancia de esta patología.

La primera se registró en febrero de este año y estuvo enfocada a proporcionar información general sobre la llegada de la enfermedad a América Latina, su comportamiento en México y las estrategias, recomendaciones y acciones sectoriales para hacerle frente y documentar su comportamiento. En ella participaron 275 médicos y enfermeras de 125 clínicas y hospitales.

La segunda teleconferencia tuvo una cobertura de 298 profesionales de la salud de 143 unidades médicas. Se realizó en junio de 2016 y se enfocó a capacitar al personal de salud en los lineamientos oficiales de vigilancia epidemiológica, el correcto y fidedigno llenado de las cédulas de reporte de casos confirmados, el manejo de los pacientes y su seguimiento.

Ante las evidencias de que el zika en las mujeres embarazadas puede ser causa de que sus neonatos presenten microcefalia o malformación congénita, en julio del presente año el ISSSTE llevó a cabo una tercera videoconferencia en la que 340 profesionales de 117 clínicas y hospitales, fueron capacitados en los procesos para dar seguimiento puntual a estos casos; área en la que el Instituto está trabajando para lograr un adecuado manejo al binomio.

Se sabe que 85% de las personas que adquieren Zika no presentan síntomas. Al igual que en el Dengue y el Chikungunya los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y de articulaciones, malestar generalizado y salpullido. Otras características específicas del Zika son la conjuntivitis y presencia de manchas rojas en la piel.

Los tratamientos de esta enfermedad están enfocados al control de los síntomas, pues al tratarse de un virus es autolimitable.

El Director General del ISSSTE, José Reyes Baeza, recomendó a la población adoptar medidas de saneamiento ambiental como eliminar depósitos de agua estancada; además usar repelentes de insectos y mosquiteros, vestir ropa que cubra brazos y piernas y mediante el uso del condón protegerse de la vía de transmisión sexual.

Las medidas enunciadas, enfatizó el titular del Instituto, deben tener especial aplicación en mujeres embarazadas, principalmente los primeros tres meses de gestación para proteger a sus bebés contra riesgo de malformaciones congénitas o microcefalia, asociadas a Zika.

Por último, Reyes Baeza reiteró el compromiso del ISSSTE de reforzar la vigilancia epidemiológica de las ETV con apego a la normatividad vigente y a las recomendaciones internacionales de la OPS, mediante la aplicación de buenas prácticas clínicas en beneficio de los derechohabientes.