Sin temor al equívoco y por la experiencia que nos ha dado el vivir en un país virtualmente democrático, bien podría decir, como lo dijera hace tiempo el escritor peruano Mario Vargas Llosa, que la mala política saca a flote lo peor del ser humano.Lo malo de nuestro terruño es que los niveles de maldad han rebasado cualquier estadística que la criminología pueda tener para clasificar las acciones de abuso de un ser humano contra el otro. Hoy perder las elecciones no se arregla con un “El pueblo te eligió a ti, ahora soy parte de la ciudadanía que apoya tu triunfo”, ¡Claro que no!, se ajusta con un comando armado dando de ráfagas alvencedor o haciendo desmanes en vía pública. A ojo de buen cubero sabemos que no hay peor calamidad para un país que ser conducido políticamente por personas afanadas en prostituir la vida de un ciudadano que lo ha seguido, que ha hecho una gran labor para llevarlo a su benéfica posición y que luego de andar por las calles apoyando su campaña, se burle de él mirándolo a los ojos.
Coahuila de Zaragoza es un Estado muy al norte que presume ser padre de la gesta revolucionaria más importante del país. No hace muchos días dicha entidad federativa fue el hazmerreír con todaesa aventura cirquera causada por dos hambrientos candidatos, Miguel Ángel Riquelme (PRI) y Guillermo Anaya (PAN) en la que,en su afán por apoderarse de la Casa de Cantera rosa en las últimas elecciones a gobernador, se trenzaron en vergonzosa batalla de denigración mutua sin importarles dejar por los suelos su propia dignidad. Los seguidores de uno y de otro candidato, cegados de fidelidad por la supuesta victoria de uno y el evidente fraude del que fue víctima el otro, no les importó causar batallas campales cada que podían en defensa de sus partidos afectando a la comunidad.
Lo peor vino cuando el Instituto Nacional Electoral, ese que se ensalza como organismo público que se responsabiliza en otorgarle fuerza a la ya desvirtuada democracia nacional y que levanta en hombros la ahora precaria legalidad, la fortuita imparcialidad y una mosqueada objetividad, cayó en severas contradicciones con respecto al ganador. En horas pasaron de un no ganó a un siempre sí para luego terminar en un quién sabe qué pasó. Dicho instituto terminó en un juego de botella en el que casi se dijo que al que señalara la punta del frasco era el ganador.
Bien es cierto que una de las funciones del INE es justamente la participación ciudadana, cosa que se evidenció cuando la ciudadanía, inconforme con una dudosa victoria del tricolor en Coahuila, se echaron a la calle para pedir una justicia en ese proceso electoral en el que para vergüenza nacional, se vulneraron en cientos de ocasiones la libre elección al extraviarse boletas, robarse casillas y otras actividades delincuenciales que dejaron muy mal parada esa decisión de que el tricolor había obtenido la victoria limpiamente. Una y otra vez el INE cambió su postura al grado de que la ciudadanía dejó de creer en ese instituto que por años se había ganado el respeto del votante. Hoy el INE, aunque se lea algo apostata, hace todo menos el contribuir al desarrollo democrático de la nación.
El colmo vino cuando Luis Córdova Alveláis, consejero del INE en Coahuila, planteó a los votantes llevar mica cristalina y sobre ella cruzar la boleta electoral. Esto con el fin de fotografiar la papeleta solicitada por tal o cual partido para luego deshacerse del plástico y ahora sí votar por quien quisieran.
El mismo consejero tuvo a “bien” decir:
“Desgraciadamente quienes aceptan vender su voto es por necesidad. Todos aquellos que no necesitan económicamente vender su voto no lo venden, creo que es darle una opción a ese pobre ciudadano, y digo pobre porque realmente ha de ser muy difícil tener que vender un voto y tú conciencia… Sé que es un acto corrupto hacer eso, es estar engañando a quien me ofreció comprar el voto, nada más que es la única solución. Para mí lo más importante es defender la voluntad del voto”.
Mucho se ha hablado del señorío político que Carlos Salinas de Gortari tiene y por medio del cual se ha encargado de dominar, manejar o manipular las cuerdas de la política mexicana. Se ha dicho que los Moreira son sus crías y que con apasionado afán se sujetanamamantándose a sus tetillas consejeras para conducirse en sus gobiernos. Se habla de un Miguel Ángel Riquelme (Al que el INE finalmente aceptó como virtual ganador a gobernador) como un títere en las manos de un poder regente que sigue corroyendo la integridad nacional sin que nadie haga nada.
Los defraudados por el INE, ese instituto que se ha convertido en una pantomima, en un espectáculo cirquero colmado de payasos y enanos, ya no son solamente los coahuilenses, es el país entero. Muy pocos saben que los recepcionistas, mensajeros o asistentes de archivo del INE, tienen sueldos entre los 20,000 y los 30,000 mil pesos mensuales. Los de los consejeros oscilan entre los $22,000.00 para los trabajos más simples, hasta 262,000 mil pesos mensuales para los de más elevado rango. Ni hablemos de aguinaldos y prestaciones porque de seguro hoy mismo se formaría una nueva Revolución. De entrada avisamos que si usted desea admirar este show cada que se efectúan elecciones, este no incluye palomitas ni espanta suegras, por lo que se tiene que estar preparado con refrescos y abundantes frituras. Creo que a estas alturas el INE tiene más actos de exhibicionismo que el mismísimo Cirque du Soleil que tanta fama tiene a nivel mundialy sin ser corrupto.
México, tan lleno de heroísmo y de historias memorables en su trayectoria política se ha dado cuenta que muy pocas veces sus hijos han sopesado su valor en quilates cuando su territorio o dignidad ha estado en peligro. Desafortunadamente nuestra heroicidad está más regida por el futbol que por cualquier otra causa social… la pregunta es: Con toda esta pena ajena que ha causado el INE ante el mundo ¿es digno de los ciudadanos ir a votar?…Adieu.
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