En los primeros cuatro meses del año, Estados Unidos ya ha deportado por Tamaulipas a 500 menores migrantes extranjeros.
Por ello, al finalizar el año, el número seguramente superará al registrado el 2017, que fue de 774.
De acuerdo con la estadística de los Centros de Atención al Menor Fronterizo (CAMEF), de Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa, los menores proceden principalmente, de países como: Guatemala, El Salvador y Honduras.
En muchos casos, son menores que viajaban con algún familiar, pero debido a la nueva política del presidente Donald Trump, de separar familias, permanecían en algún centro de detención temporal para niños inmigrantes, sin el acompañamiento de sus padres y, después expulsados de ese país, a través de la frontera de Tamaulipas.
Los menores que llegan al estado, luego de ser deportados de Estados Unidos, son atendidos en los CAMEF, donde se les ofrece albergue, alimento, vestido, atención médica y ayuda psicológica, pues pueden llegar a sufrir algún tipo de trauma por la separación.
En el Centro de Atención al Menor Fronterizo de Matamoros, fue atendido sólo un menor en los primeros cuatro meses del año; el de Nuevo Laredo atendió 80, pero el de Reynosa tiene un registro de 419 menores, atendidos al mes de abril.
En los CAMEF, los menores permanecen entre cinco y diez días, en lo que se realiza el proceso para la repatriación; en el caso de los menores que viajan no acompañados, un representante del Instituto Nacional de Migración (INM) lo acompaña, para entregarlo a sus familiares en el país donde proceda.
Cuando los menores y el familiar con el que viajaba, es expulsado de Estados Unidos, el Instituto de Migración informa al CAMEF esta situación y el regreso a su país de origen, se hace de manera conjunta, resguardando con ello, los derechos de los menores.
El viaje, en ambas situaciones, se hace por avión y el costo del boleto lo absorbe el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Tamaulipas.
Sin embargo, a estas cifras se deben sumar los menores que se atienden en el Centro de Atención al Menor Migrante (CAMEM) de Tampico, que este mismo año y debido a la gran cantidad de niños que son detectados en tránsito por el estado y que tienen como destino final los Estados Unidos, inició operaciones.
En este CAMEM ya se han atendido a otros 356 menores que viajaban, ya sea para reunirse con familiares o trabajar en ese país, para ayudar a sus padres y hermanos que se quedan en sus países de origen.
En tráileres, autobuses o vehículos, los menores viajaban junto a otros adultos, algunos con algún familiar, pero muchos sin acompañamiento; sin embargo, autoridades como la Policía Federal, Estatal o la Sedena, los localizaron y aseguraron, siendo trasladados al CAMEF de la zona sur, para realizar el trámite de repatriación.
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