Andrés Guardado no se pudo aguantar su origen rojinegro y cuando un aficionado se le acercó, en buena onda, a su llegada a Vancouver, Canadá, para pedirle un autógrafo en una playera de las Chivas, el jugador le respondió: “Esta, ni pa’lavar el carro”.

Claro que no era en serio y luego de algunas risas de los presentes en el aeropuerto internacional de esa ciudad, el jugador del PSV-Eindhoven finalmente le dijo que se trataba de un broma; entonces accedió y puso su rúbrica sobre el jersey de “El Rebaño Sagrado”, que es el máximo rival de los Rojinegros del Atlas.

Lo anterior sucedió cuando el seleccionado mexicano arribó de Europa a la ciudad de Vancouver, para incorporarse de lleno a los entrenamientos de la Selección mexicana, comandada por el técnico Juan Carlos Osorio.

Entonces, el ingenuo aficionado mexicano que esperaba a sus ídolos vio a “El Principito”, por lo que inmediatamente se le acercó al jugador, todo ilusionado, para pedirle que le firmara la playera del “chiverío”.

Lo que no sabía el aficionado es el terrible repudio que existe entre los jugadores de los Zorros y los de Chivas, por lo que no tuvo de otra más que aguantarse la pena y las burlas que le hizo el resto de personas que esperaban a los jugadores del Tri.