Escribanos, un oficio en extinción en Nuevo Laredo (VIDEO)

0
1016

NUEVO LAREDO.- Con más de cincuenta años dedicándose a la redacción de cartas y otros documentos en máquinas de escribir, el señor Manuel Ovidio Ruíz Samaniego, relata cómo al pasar el tiempo su oficio ha ido quedando en el olvido, y hoy los escribanos se encuentran a un peldaño de desaparecer.

Cuando era joven se recibió como Licenciado en Comercio Exterior, pero debido a su deseo de ayudar a la gente a comunicarse con sus familiares lejanos, decidió iniciarse como mediador por correo, encontrando su pasión en la mecanografía.

Con el paso de los años se casó y tuvo cinco hijos, los cuales dice logró sacar adelante gracias a su trabajo como escribano en la ciudad de Nuevo Laredo.

“En aquel tiempo mi trabajo era muy importante, gente que necesitaba comunicarse con su familia que se encontraba al interior del país tenía que hacerlo por medio de una carta y yo los ayudaba, cobrándoles tres pesos por carta”, asegura don Manuel.

Incluso señala que llegó el momento donde su labor era tan importante que podía darse el lujo de decidir cuántas cartas escribir y cuáles dejaba para después, “a veces eran demasiadas cartas que hasta podía decirle a la gente que ya no, ahora eso ha desaparecido”, menciona.

Con el uso de la tecnología como computadoras, aparatos celulares, redes sociales y demás, su trabajo de escribano fue quedando rezagado, y ahora las cartas familiares han desaparecido.

“Ahora las personas caminan con sus teléfonos y se comunican por ahí, incluso ves su rostro en la pantalla y pues ya no necesitan que uno les escriba cartas”, dijo.

Entre los documentos que redactaban se encuentran los oficios de la Secretaría de Comunicación y Transporte, documentos por robo de licencias, placas, y otros para el Ministerio Público, que tenían un costo de $100 pesos, además de las desaparecidas cartas.

“De aquí hemos vivido siempre, hemos hecho un patrimonio y sé que nosotros vamos a desaparecer conforme avance nuestra edad y el creador nos llame, y entonces nadie más querrá dedicarse a ser escribano”, comentó.

Don Manuel es originario de Candela Coahuila, tiene 70 años de edad y gracias a su trabajo crió a cinco hijas, tiene catorce nietos y ahora tres bisnietos más, y forma parte de los últimos cinco escribanos que quedan en la ciudad fronteriza.

Mantente informado las 24 horas, los 7 días de la semana. Da click en el enlace y descarga nuestra App!