CIUDAD DE MÉXICO.-Con un desfile reducido, sin público, debido a la pandemia por COVID-19, el Gobierno federal conmemoró el 210 aniversario de la Independencia de México en la plancha del Zócalo capitalino.
El desfile militar estuvo marcado por el luto de las más de 71 mil víctimas de Covid-19 y por el reconocimiento a 58 médicos, enfermeras y personal de salud, que en la primera línea de atención, arriesgan su vida para enfrentar la pandemia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó el desfile, el cual solo se realizó en el Zócalo y con solo una pequeña representación de las Fuerzas Armadas como medida de sana distancia por la pandemia del COVID-19.
Al acto -en donde por esta ocasión el Ejecutivo federal no observó la parada militar desde el balcón presidencial sino desde un podio instalado frente a Palacio Nacional- lo acompañaron Arturo Zaldívar, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), así como el presidente del Senado, Eduardo Ramírez, y de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri.
De acuerdo con la Defensa Nacional, en la ceremonia cívico-militar participaron 671 efectivos del Ejército, Marina y Guardia Nacional, así como 15 civiles de instituciones públicas y privadas del país.
Además de 85 vehículos, 56 aeronaves y 66 caballos, con lo que se realizaron diversas maniobras.
En el evento, López Obrador entregó la presea “Miguel Hidalgo” a 58 médicos y enfermeras que están en la primera línea de combate del COVID-19, a quienes se les reconoce su esfuerzo, profesionalismo y lealtad con la que afrontaron la contingencia sanitaria.
A las 12:00 horas se efectuó un toque de silencio durante un minuto, mismo que concluyó con aplausos, como muestra de respeto a las personas que fallecieron por el nuevo coronavirus y en reconocimiento al personal de salud que atiende la emergencia sanitaria.
En el acto participaron 56 aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), Armada de México y Guardia Nacional.
Desde un templete frente a Palacio Nacional estaba el presidente López Obrador, acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez Müller; el presidente de la Corte, ministro Arturo Zaldívar; Dulce María Sauri, presidenta de la Cámara de Diputados; Eduardo Ramírez Aguilar, presidente del Senado; y la jefa de Gobierno, Claudia Shinbaum, aplaudieron sonoramente.
Uno de los momentos más solemnes fue cuando recibió la condecoración póstuma Miguel Hidalgo, grado collar, Sara Hernández Salazar, esposa del teniente de fragata y médico cirujano especialista en medicina familiar Luis Rey Calderón Leal.
El teniente de fragata prestó sus servicios en el Hospital Naval del Puerto de Veracruz y falleció el 2 de julio pasado. Siendo un gran compañero y ser humano, siempre estuvo dispuesto en la primera línea de batalla y “perdió la vida luchando contra el Covid y luchando por sus pacientes hasta el último día”.
A diferencia del año pasado, en esta ocasión el Presidente, en su calidad de comandante supremo de las Fuerzas Armadas, no pasó revista al personal militar que se dispuso en el Zócalo.
Al concluir la ceremonia, las tropas desalojaron la plancha del Zócalo, realizando un pase de honores frente a Palacio Nacional para despedirse, avanzando por la calle 5 de Mayo hasta el Eje Central “Lázaro Cárdenas”, donde concluyó el recorrido.
El Ejecutivo federal también estuvo acompañado del general Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional (Sedena) y del almirante José Rafael Ojeda Duran, secretario de Marina (Semar), así como de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero y del titular de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo.
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