Cruz Azul al fin conoce la victoria (VIDEO)

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CIUDAD DE MÉXICO.- Cruz Azul sufrió de más, Juárez estuvo a punto de arrancarle un punto, pero al final todo quedó en casa. Una genialidad de Roberto Alvarado y la contundencia de Pablo Aguilar fueron suficiente. 2-0 final y La Máquina ya despegó a toda velocidad. A ver ahora quién es capaz de detenerla. La novena estrella seguirá siendo la última estación en el mapa.

Así fue el juego

Cruz Azul fue el obligado. Necesitaba los tres puntos de forma urgente, no había otra opción. Es por eso que el estratega Pedro Caixinha mandó a su mejor plantel a la cancha del Coloso de Santa Úrsula.

Guillermo Fernández fue la sorpresa. El flamante “10” cementero dejó el banquillo y se confirmó como titular. Además, Elías Hernández también volvió al esquema por Orbelín Pineda. No hubo duda, el portugués mostró variantes para recomponer el camino.

Sin embargo, la apuesta no le funcionó del todo. Los fronterizos fueron “Bravos” desde el inicio y tomaron la iniciativa. El atacante Ángelo Sagal fue el más insistente y probó al portero Jesús Corona. Sus disparos fueron de peligro, “Chuy” fue el salvador azul. Con las uñas desvió el balón más complicado y los postes también hicieron lo suyo. Ambos le negaron el festejo al argentino, quien se quedó atónito, no lo pudo creer.

Los celestes se mostraron sorprendidos, no esperaban ese asedio de su rival y tardaron en igualar las acciones. Cuando lo lograron, decidieron jugar por fuera, los centros frontales fueron su mejor arma para buscar la altura de Milton Caraglio. Sin embargo, carecieron de fortuna. El “Tanque” pasó inadvertido. No tuvo un esférico a modo para perforar las redes y se quedó con las ganas.

La entrada en el estadio Azteca fue para el olvido. El mal momento del conjunto cementero, ya pesó. La poca afición presente en el inmueble gritó más que de costumbre y animó con el “Azul, Azul”. Los jugadores se contagiaron e inquietaron en más de una ocasión al portero Iván Vázquez, pero el buen tino no estuvo de su lado.

El juego se volvió soso, sin ideas. Parecía que los jugadores de ambos conjuntos se conformaban con el empate. Ahí la afición empezó a recriminar con silbidos, exigían emociones, más no llegaron.

No fue coincidencia que una jugada por la banda levantara a la afición de sus asientos. El defensa Juan Escobar rompió con la comodidad, pero su intento fue en vano. Eso fue lo mejor del primer tiempo, el cual terminó en un sonoro abucheo.

El complemento no cambió e inició con la misma tónica. Juárez se adueñó nuevamente de la redonda y no se la prestó a los locales. Cruz Azul, ya sea por convicción o necesidad, decidió el contragolpe. Precisamente así fue como llegó el peligro azul. “Pol” Fernández mostró su velocidad y estuvo a punto de abrir el marcador, pero su versión goleadora aún no llega.

Caso contrario a Roberto Alvarado, que sigue dando saltos de calidad y una vez más lo demostró. El “Piojo” les tiene tomada la medida a los fronterizos (también ya les había marcado en Copa MX) y no tuvo problemas. Con gran maestría, hizo explotar de júbilo a todos los presentes. El volante no ocultó su alegría y festejó a lo grande.

La alegría era un hecho en los locales y se volcaron al frente. Una solo anotación no era suficiente. Con el sello de la casa, apareció Pablo Aguilar para poner el segundo. El defensor paraguayo lo hizo sencillo, como sólo él sabe. Con un testarazo inalcanzable venció a Vázquez Mellado.

Las acciones siguieron su curso, pero no hubo más. Cruz Azul consiguió su primer triunfo del certamen y ya no se conformarán, a partir de ahora La Máquina quedó aceitada e irán por mucho más. Juárez fue pieza, pero al final quedaron tumbados ante la inmensidad cementera.

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