Tal y como ocurrió en el tercer duelo de las Finales de la NBA, LeBron James y Kyrie Irving salieron en su mejor noche y evitaron que los Warriors de Golden State se coronaran en su casa, comandando el triunfo de los Cavaliers de Cleveland por marcador de 112-97 en el quinto de la serie y forzando el regreso de las Finales a su casa para el sexto de la serie, el próximo jueves.

James e Irving se combinaron para un total de 82 puntos, explotando a la ofensiva en la segunda mitad y forzando a los Warriors a cometer errores en el último cuarto, en donde la quinteta californiana resintió la ausencia de un suspendido Draymond Green y un Andrew Bogut quien abandonara el juego por una aparente lesión de rodilla en su pierna izquierda, en los primeros minutos del tercer cuarto.

El inicio del quinto de la serie pintaba para que durante el resto del desarrollo del mismo los Warriors liquidaran y concretaran el título en su casa, a diferencia de las Finales del año pasado, donde tuvieron que ganar el sexto en Cleveland.

Sin embargo, James e Irving se enchufaron a la mitad del primer cuarto y comenzaron a acertar tiro de campo tras tiro de campo, aunque no lo suficiente para irse al segundo cuarto con una desventaja de tres puntos en el marcador.

Para el segundo parcial, la historia comenzó a cambiar a favor de los visitantes, quienes en los primeros minutos tomaron la ventaja, aunque los Warriors, de la mano de un encendido Klay Thompson, los puso de nuevo en la pelea, pero no bastó para irse al descanso con la ventaja, pues el marcador se fue empatado a 61 unidades por equipo.

El rumbo del juego comenzó a cambiar a partir de los primeros minutos del tercer cuarto, cuando con 10:30 minutos restantes y con el marcador 67-64 a favor de los Cavs, Andrew Bogut bloqueó un intento de J.R. Smith, sin embargo, el australiano cayó de forma extraña, lastimándose su rodilla izquierda y saliendo de la duela asistido por los entrenadores de los Warriors.

A partir de ese momento, el equipo local perdió fuerza a la defensiva y tanto James como Irving encontraron espacios para hacer sus disparos y encestar. Irving fue el jugador más efectivo de los Cavs, al encestar 70.8% de sus tiros de campo, mientras que James fue efectivo en 53.3% de las ocasiones que tiró al aro; además, en el último cuarto, los Warriors abusaron de los intentos de tres cuando se veían con desventaja de más de 10 puntos, sin embargo, no acertaban, lo que facilitó el resultado para la visita.

Ahora, los Cavs enfrentan otro duelo de eliminación, pero lo harán cobijados por su público del Quicken Loans Arena, donde esperan sacar el resultado y obligar a un séptimo y definitivo encuentro por el título.