SAN FRANCISCO.- Cuando le faltaban 1.600 metros para aterrizar en el Aeropuerto Internacional de San Francisco, EE.UU., un avión de Aeroméxico recibió la orden urgente de abortar la maniobra para no causar una tragedia.
“¡Aeroméxico 688, motor y al aire!”, le reclamaron los controladores de la base aérea al notar que se dirigía hacia una pista que estaba ocupada por un Airbus A320 de Virgin America que se disponía a partir rumbo a Hawái. A continuación, le ordenaron que permaneciera volando en círculos hasta recibir nueva orden.
“Recibió autorización para aterrizar en la pista 28R y repitió correctamente dicha autorización. Cuando se encontraba como a una milla (1,6 kilómetros) del aeropuerto, los controladores de tráfico aéreo se percataron de que la nave se encaminaba hacia la pista 28L y ordenaron a la tripulación que ejecutara una aproximación frustrada”, detalló Ian Gregor, vocero de la Administración Federal de Aviación, publicó The Mercury News.
Cumplido este requerimiento, y cuando las condiciones de seguridad fueron óptimas, el avión procedente de la Ciudad de México pudo aterrizar con normalidad. Sin embargo, las autoridades estadounidenses abrieron una investigación para depurar responsabilidades.
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