Advierten de “retroceso histórico” en Brasil

Boulos tiene 33 años y estudió Filosofía en la Universidad de Sao Paulo

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Protestas en Brasil / Foto: Agencia

El domingo pasado, una protesta masiva llegó hasta la casa del nuevo presidente brasileño, Michel Temer, en el coqueto barrio de Alto de Pinheiros, en la zona oeste de Sao Paulo. Pero la marcha no permaneció durante mucho tiempo: durante la noche, la policía reprimió con gases lacrimógenos y spray de pimienta el campamento que habían montado los activistas, unos 30 mil, según una organización civil, o 5 mil, según la policía.

La protesta había sido convocada por el Frente Pueblo Sin Miedo y el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) bajo la consigna “Fuera Temer” y el presidente, que pensaba pasar el domingo con su familia en esa casa, tuvo que anticipar su viaje a Brasilia para evitar la manifestación. “En este momento, tenemos dos semanas de la consumación del golpe y el gobierno ilegítimo de Temer ya ha anunciado medidas que representan un grave retroceso de más de 30 años en Brasil”, dijo Guilherme Boulos, el coordinador nacional del MTST. “Por eso hicimos esta marcha”.

Boulos tiene 33 años y estudió Filosofía en la Universidad de Sao Paulo. Comenzó a participar en política en el colegio secundario, y siendo un adolescente, hace quince años, se sumó a una acción del MTST: una toma en el suburbio Carlos Lamarca, en la misma ciudad. Mucho tiempo más tarde, a poco del inicio del mundial de futbol, Boulos ya era uno de los líderes del MTST, y se hacía conocido encabezando otra toma en Sao Paulo. “El MTST es un movimiento de lucha por la vivienda digna en el país y por la reforma urbana, que reúne a más de 50 mil familias en once estados de Brasil, en todas las regiones del país”, expuso. “Nos movilizamos por esos derechos, pero también por transformaciones en la sociedad brasileña, que históricamente ha sido desigual”.

Cuando comenzaron las protestas contra el “impeachment” —que alcanzarían picos masivos con miles de personas en las calles de Sao Paulo y Río de Janeiro mientras la Cámara de Diputados votaba a favor del juicio político a Dilma Rousseff, el 17 de abril pasado—, el MTST, que se había mantenido en una posición crítica al gobierno de Rousseff, se sumó a la lucha y terminó encabezándola gracias a su dinamismo político y a la cantidad de gente que convoca.

“Nuestra crítica a los gobiernos del PT era porque no habían realizado las reformas que el pueblo brasileño demandaba en las ciudades, en el campo, en cuanto a lo tributario y a la deuda pública”, indicó Boulos. “Pero a pesar de eso, el movimiento ha comprendido con claridad que ahora está en juego un retroceso histórico y brutal”.

El líder del MTST enumera: “Se anunció, por ejemplo, la perspectiva de atacar el sistema único de salud pública y de ampliar los planes privados de salud. En el campo de la educación, anunciaron que algunos cursos de la universidad pública serán a pagos. Ya han hecho el recorte de 11 mil viviendas del programa Mi Casa, Mi Vida. Y han acabado con algunos de los ministerios importantes, como los de Derechos Humanos y Desarrollo Agrario”.