Abaten a ‘El Comandante Toro’; hizo de Reynosa un infierno

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CIUDAD DE MÉXICO.- Julián Manuel Loisa Salinas, “El Comandante Toro”, y Francisco Carreón Olvera, “Pancho Carreón”, fueron abatidos por personal de Infantería de Marina después de atacar a los uniformados que pretendían detenerlos, en Reynosa y Ciudad Victoria, Tamaulipas, respectivamente.
Los presuntos criminales murieron esta madrugada en operaciones distintas y ciudades diferentes, confirmaron a EL UNIVERSAL fuentes consultadas de las Fuerzas Armadas.
Ciudad Victoria, Matamoros y Nuevo Laredo están en la lista de la Secretaría de Gobernación, de los 50 municipios más violentos, por lo que es prioridad aprehender a los líderes de los grupos criminales que operan en esta zona.
Desde 2015, la Armada le seguía los pasos a “El Comandante Toro”, identificado como líder de un cartel en la región a quien se le atribuyen extorsiones, secuestros, robos y tráfico de drogas a Estados Unidos.En el pasado, en Reynosa se colgaron varias mantas con mensajes firmados por “Comandante Toro”, quien niega haber ordenado extorsiones, secuestros o robos.
En Tamaulipas, el crimen organizado es el principal responsable de la desaparición de personas, entre ellas de migrantes de Centro y Sudamérica.
En la entidad, entre los años 2007 y 2017, desaparecieron cinco mil 704 personas, cifra que la ubica en primer lugar nacional, de acuerdo con Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED).
En esa administración se han registrado 2 mil 511 homicidios en Tamaulipas, el 80% por ajustes de cuentas, según dio a conocer en diciembre pasado el procurador Irving Barrios.
En lo que va del año, éste era el sexto operativo de la Marina, en coordinación con Fuerzas Federales, para aprehender a “El Toro”, uno de los objetivos prioritarios para las autoridades federales porque se le responsabiliza del aumento de la violencia y homicidios en Tamaulipas.
El modus operandi para escapar tantas veces consistió en que gente de Loisa Salinas alertaban a los sicarios cuando descubrían que la Marina o el Ejército se aproximaban al escondite en Reynosa, describen los informes de la Armada.
Los sicarios atacaban a las Fuerzas Armadas para darle tiempo a “El Toro” de escapar, bloqueaban las calles o carreteras con vehículos incendiados para impedir la persecución y robaban vehículos para continuar la huida.
Esta madrugada, los delincuentes volvieron a atacar al personal de la Marina y el Ejército. Los primeros informes indican que hubo varios enfrentamientos en distintos lugares.