CIUDAD VICTORIA.- Los principales sitios turísticos de Tamaulipas lucieron abarrotados este Viernes Santo. Tan sólo en los destinos de playa, se contabilizaron más de 200 mil visitantes, siendo Miramar el de más afluencia con 150 mil bañistas registrados hasta las 8 de la noche.
También los balnearios ubicados en la zona centro del estado como El Ojito, Los Nogales, y el Nacimiento, recibieron a cientos de turistas provenientes de diferentes municipios de la región.
Playa Miramar estuvo a su máxima capacidad, pues el número de visitas fue superior a la registrada en el 2017 que fue de 125 mil.
Este viernes se ubica hasta el momento como el día con más turistas en lo que va del periodo vacacional de Semana Santa, aunque la cifra podría incrementarse hoy por la mejoría en las condiciones climatológicas.
Ingresaron más de 20 mil vehículos, mientras que el número de charters que se tienen registrados desde hace ocho días es de 85, provenientes de Nuevo León, San Luis Potosí y Coahuila.
De igual manera más de 50 menores se extraviaron durante el viernes y el tiempo de regresarlos con sus padres por parte del Sistema DIF fue de 10 minutos, incluso un niño se extravió en dos ocasiones.
El acumulado en playa Miramar del 23 al 30 de marzo es de 523 mil 350 visitantes, mientras que en el periodo del año pasado sumaban 439 mil 711 visitantes, equivale a un incremento de 83 mil 639 personas.
A pesar de que las condiciones del clima mejoraron, los guardavidas y el personal de Protección Civil Municipal reforzaron la vigilancia a causa del fuerte oleaje que hubo.
El turismo que visita Miramar, son en su mayoría de Nuevo León al acaparar el 40%, le sigue Veracruz con un 20%, Ciudad de México y Estado de México con 20%, San Luis Potosí con el 12%, Guanajuato el 3% y el resto se lo dividen Jalisco, Morelos y Ciudad Victoria.
Desde el año pasado, el parque Bicentenario fue incluido en el Sistema Estatal de Afluencia y en este viernes acudieron más de tres mil 500 personas y fueron contados 250 vehículos.
En la playa Bagdad de Matamoros, los vientos del Norte que provocaron una temperatura de 24 grados centígrados, un cielo totalmente nublado y una alta marea no inhibieron a los paseantes que ayer abarrotaron la Playa Bagdad, estimando una visita durante el día de más de 40 mil turistas, con la entrada de más de ocho mil vehículos, cuyos propietarios enfrentaron problemas para encontrar estacionamiento, movimiento que dejó una extraordinaria derrama económica en los comercios y prestadores de servicios del balneario natural y la ciudad.
La seguridad de los miles de turistas estuvo garantizada en la carretera con patrullajes de la Policía Federal y los Ángeles Azules, mientras que en la playa corrió a cargo de agentes de la Policía Estatal Acreditable y Protección Civil, con el apoyo de módulos de atención médica que pusieron la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado y el Ayuntamiento.
En la carretera, a pesar de la vigilancia de dos patrullas de la Policía Federal, muchos automovilistas se expusieron al rebasar en curva y otros hacerlo invadiendo, irresponsablemente, el carril contrario al mismo tiempo.
A pesar de la fuerte afluencia de vehículos que ayer se registró para entrar a la playa no se formaron grandes filas, como en el pasado, porque se habilitaron cuatro entradas, donde se conminaba a los turistas no entrar con bebidas en botellas de vidrio y en caso de traerlos los dejaban y se llevaban en vasos de plástico el líquido.
En la entrada el área de estacionamiento ayer al medio día no cabía un alfiler, estaba abarrotado de turistas provenientes de Nuevo León, Coahuila, Texas, Norte y Sur de Tamaulipas, que aprovecharon cualquier espacio para acampar.
A lo largo del bulevar Rigo Tovar se permitió el estacionamiento de los automóviles y unas áreas fueron habilitadas como tales cobrando 30 pesos.
A la entrada, personal de Tránsito Local guiaba y daba fluidez al tráfico vehicular, mientras que en la costa había patrullajes de elementos de Protección Civl para brindar asistencia a los turistas, contando el apoyo para dar seguridad de agentes de la Policía Estatal Acreditable.
En el área de la playa donde no se permite el tránsito de automóviles, por estar destinada, exclusivamente, para el turismo, las familias ocuparon todas las palapas existentes y ante la falta muchos rentaron mesas y se pusieron a la orilla del mar, donde disfrutaron de las olas y de la brisa, saboreando sus alimentos, refrescos y cerveza.
A pesar de los vientos fríos, por la temperatura de 24 grados centígrados, los paseantes no se arredraron y se bañaron en la playa bajo un cielo totalmente gris, unos con salvavidas, otros jugando fútbol o voleibol.
Otras familias se divirtieron haciendo castillos de arena y otros dándose baños de arena cubriendo gran parte de su cuerpo.
Para su seguridad en las torres de la zona estuvieron vigilantes los salvavidas para atender cualquier llamado de auxilio, mientras que personal de limpieza en bolsas especiales recogían la basura que muchos tiraron en la playa a pesar de haber decenas de tambos.
La marea alta provocó dificultades para que los paseantes estacionaran sus automóviles fuera de la zona de turistas y de los restaurantes para estar frente al mar.
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