Un periodista escribe desde su celda, termina lo que será uno de los reportajes más celebres de la historia unas horas antes de ser ejecutado.

El 8 de septiembre de 1943 el periodista checo Julius Fucik fue ejecutado en Berlín, Alemania; en su honor se instituyó el ocho de septiembre como el Día Internacional del Periodista.

El autor de “Reportaje Al pie de la horca” había nacido en enero de 1903 en Praga, en el seno de una familia perteneciente a la clase obrera, y tras concluir sus estudios de Filosofía en la Universidad de Pilsen, ingresó a las filas del Partido Comunista.

Más adelante se desempeñó como redactor en publicaciones comunistas como Rude Pravo y Tvorba, en las cuales abordó diferentes temas sociales. Durante la ocupación de Checoeslovaquia por los nazis, de su pluma salieron numerosos ensayos que trataron sobre las personalidades políticas demócratas en Checoeslovaquia, lo que provocó su arresto en 1942 por la Gestapo y su ejecución el ocho de septiembre de 1943.

Durante su permanencia en la cárcel de Pancrác escribió su más reconocida obra, Reportaje al pie de la horca, cuyos escritos fueron extraídos de la prisión, recopilados y finalmente publicados en 1945.

Fue tal el impacto de ese reportaje que se tradujo a 80 idiomas y en homenaje póstumo hizo a su autor merecedor del Premio Internacional de la Paz. En honor a la lucha antinazista de Julius Fucik, la Organización Internacional de Periodistas instituyó el ocho de septiembre como Día del Periodista.

El régimen nazi tuvo su ocaso con al Segunda Guerra Mundial, inspirando nuevos movimientos raciales. El socialismo no fructificó como sistema social… sin embargo los periodistas, desde su trinchera, en cada país, siguen enfrentando las mismas condiciones de persecución, siendo víctimas de la violencia y la censura.

A fecha de diciembre de 2015, último informe emitido por Reporteros Sin Fronteras, eran 54 los periodistas que estaban privados de libertar por el mero hecho de ejercer su profesión. Siria o China son dos de los países en los que resulta más complicado llevar a cabo la labor periodística. El primero de ellos por la guerra que se ha prolongado durante los cinco últimos años y el segundo por las dificultades de transparencia que ejecuta su Gobierno.

Por su parte, México se distinguió por ser el país más mortífero de América Latina para periodistas en 2015, debido a que los asesinatos, secuestros, agresiones y amenazas se multiplicaron, lo que ocasionó mayor temor y autocensura, de acuerdo con la Clasificación mundial de la libertad de prensa 2015 realizada por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).

En la edición 2015, este país se ubicó en la posición 148 de 180 naciones evaluadas en todo el mundo, con una puntuación de 43.69.

Hoy 8 de septiembre de 2016, RSF reporta 46 trabajadores de la información muertos, y más de 300 encarcelados; varios de ellos escriben desde una celda, otros tantos lo hacen al “pie de la horca”… todo sigue igual.