7 señales de que tus inseguridades están arruinando tu vida

0
800
Ser presa de tus inseguridades no lleva a nada bueno

¿Te sientes incómoda con tu cuerpo o no estás feliz con la forma de interactuar con el mundo que te rodea? Eso es una señal de que estás dejando que tu inseguridad gobierne tu vida, y eso debe parar ahora.

A continuación te mostraré las señales de que tus inseguridades están arruinando tu vida.

#7 Te resulta difícil decir “no”

A veces puede ser difícil rechazar las peticiones de la gente, incluso cuando sabes que debes hacerlo. Pero si nunca dices “no” por temor a que la gente no te quiera más, debes detenerte. No vale la pena dejar que los demás abusen de ti.

#6 Siempre tratas de complacer a los demás

Por difícil que pueda ser ponerte en primer lugar, hay momentos en que debes hacerlo. Hacer lo que dice todo el mundo y fingir que piensas lo mismo que ellos no es buena señal.

#5 Piensas que no eres lo suficientemente buena

No permitas que tus problemas de autoestima arruinen tu vida. Nadie puede ayudarte a construir tu autoestima, tiene que venir desde dentro de ti.

No se puede ir por la vida siendo presa de inseguridades y estar avergonzada de ti misma y de tu vida.

#4 Siempre estás comparándote con los demás

Es imposible ser igual a todos los demás. Así que deja a un lado las comparaciones desagradables y piensa en todas las cosas en las que eres buena.

#3 Tienes problemas de imagen corporal

Si estás en forma y saludable, has estado haciendo ejercicio y comes bien, no hay ninguna razón por la que debes odiar tu cuerpo. Y si es lo contrario, arma un plan y comienza a cambiar lo que no te agrada de ti misma.

#2 Sientes que no le agradas a la gente

La gente puede ser brutal y no detenerse cuando no le agrada alguien. Si tienes amigos y la gente no tiene probemas para salir contigo, es probable que les guste tu presencia. Simplemente son tus inseguridades que te dicen lo contrario.

#1 Desprecias a otros para sentirte bien contigo misma

Ninguna forma o cantidad de inseguridad puede ser una excusa para tratar a los demás mal. Si lo haces, no eres mejor que nadie.

No permitas que ninguna de las actitudes arruinen tu vida. Recuerda que mereces ser feliz.